Este fin de semana nos hemos quitado de la lista otro objetivo, completar la Valvanerada. Más de 60 kilómetros a pie, entre Logroño y el Monasterio de Valvanera, en horario nocturno y que Isra y yo pudimos terminar, para desquitarnos del abandono del año pasado.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
La Valvanerada parte desde la plaza del Ayuntamiento de Logroño a las 20:00 del último fin de semana de abril. Salimos en el segundo grupo, a eso de las 20:10. Cruzamos la calle Portales, fuimos hacia el parque de la Ñ y abandonamos la capital hacia el pantano de la Grajera.
Se sigue durante mucho tiempo el Camino de Santiago, incluyendo el paso por Navarrete, donde siempre hay una ambientazo. Los vecinos del pueblo se echan a la calle (como en todos los de la marcha) a animar a los participantes. Allí comemos nuestro bocadillo de cena y nos avituallamos con líquido, además de sellar el primer control. Ya es de noche al cruzar el pueblo.
El recorrido continua hacia Nájera, por la antigua carretera nacional. Los habitantes de Ventosa ponen un puesto de avituallamiento líquido, aunque no se cruzan sus calles. Es un oasis de luz y júbilo, en medio de un tramo oscuro, pesado y silencioso. A partir de ese punto, todo el recorrido será por asfalto.
Sin entrar en Nájera, cogemos un caldo en el avituallamiento de las Brujas y aprovechamos para ponernos ropa. Hemos querido venir frescos para tener margen para abrigarnos, pero este último tramo ha resultado muy frío en gran parte por el viento que nos daba de cara. Yo personalmente, no tendré nada más que ponerme.
En Tricio sellamos y cogemos una manzana en el animado frontón. Y poco más adelante, en Arenzana, tomamos un yogurt de postre.
Camino de Baños de Río Tobía, nos dan caramelos en el condado de Mahave, tras un repecho que nos hace dejar de sentir frío por primera vez. La recta más larga de la Valvanerada no fue tan fría como esperábamos, al soplar menos viento del previsto.
El siguiente control, en Baños, lo aprovechamos para sentarnos un rato y estirar, además de para disfrutar de la barrita energética de avituallamiento. Vamos bien, no sentimos tanto frío y las piernas aún aguantan. Son las 03:00 de la madrugada.
El siguiente tramo se hace largo. Son 10 kilómetros hasta Anguiano en los que ya se empiezan a suceder pendientes ascendentes de forma continuada. Será este el último pueblo que atraviesa la Valvanerada, el último control y el punto donde se toman los tiempos. El avituallamiento consta de café con leche y sobada, muy reconstituyente.
Afrontamos ya con cansancio el último tramo. Unos 15 kilómetros en casi permanente ascenso y con los últimos 4 con las mayores pendientes del recorrido. La gente suele subir esta última parte con paso lento y sufriendo cada zancada. Nosotros adelantamos a mucha gente en esta sección, aunque reconozco que subía forzando mucho.
¡¡Y, por fin, tras 12 horas de marcha, llegamos al monasterio de Valvanera!! Objetivo cumplido, hemos hecho la Valvanerada. Momentos de descanso, de estiramiento, de sacarse fotos y ponerle velas a la virgen, de comer el bocadillo de panceta, de ver los rostros de los demás participantes, ... de disfrutar del reto logrado.
Hacer una mención a todos los grupos que organizan este evento, difícil de coordinar. Un auténtico despliegue de medios para que más de 1.500 personas puedan completar el recorrido sin peligro.
¡GRACIAS!
DATOS DE LA RUTA:
- Distancia: 63,2 kilómetros
- Desnivel: 700 m aprox.
- Tiempo empleado: 12:00 horas || 11:00 horas en movimiento
- Cimas: ninguna.
- Material: Nada reseñable. Ropa impermeable y paraguas por si llueve.
- Track: enlace a Wikiloc (archivo de angelitoshrek).
- Info: web de la Valvanerada.
FOTOS DE LA RUTA:
Participantes de todas las edades. Esta señora llegó poco más tarde que nosotros y a un ritmo increíble.
Uno de los participantes más admirados, ésta hembra de pastor alemán, que calzaba unos zapatos para no dañarse las almohadillas de las patas.
Cogiendo un vasito de caldo caliente en las Brujas, a la altura de Nájera. Tras unos de los ratos más fríos de la noche, sentaba estupendamente.
Buen ambiente en el frontón. Los vecinos de los pueblos se vuelcan con los participantes de la Valvanerada.
Buena forma de recuperar fuerzas: bocata de panceta con tomate y pimientos. Y copita de vino o de caldo.