Después de meses sin actividad escaladora frecuente, por fin volvemos a la montaña a disfrutar de un día de roca. Como llevamos mucho tiempo sin someternos a los rigores físicos y psíquicos de esta actividad, decidimos ir a algún sitio con vías de grado bajo y bien equipadas. Aunque llevamos rumbo a un lugar que nos dejó muy buen sabor de boca, San Fausto (aquí y aquí), al final paramos en la escuela de Peñaguda, en Estella.
Aunque solo existen una docena de vías, se trata de una pared con una aproximación cómoda y corta y con una buena zona para asegurar. Aproximadamente la mitad de las vías se encuentran re-equipadas, siendo el resto semi-equipadas y con material bastante antiguo. Aunque nosotros no nos atrevimos a usarlas, al menos nos sirvió para ver este material apto solo para valientes.
Aparcamos en al parking de la Basílica del Puy y en menos de 10 minutos caminando por pista ancha y de constante pendiente ascendiente nos plantamos bajo el muro, teniendo a la vista durante todo el tiempo la pared.
Después de mirar en la guía y estudiar las posibilidades de la pared, decidimos empezar por la vía Masud afganoa, 5c+ (aunque esto no lo he sabido hasta bastante después, ya que yo creía que estaba haciendo un 5a) . Echándolo a suertes (decide Hector) me toca a mi empezar a escalar y me encaramo con ganas, y con algo de respeto, a probar la ruta mencionada.
Compruebo que la roca tiene agarres suficientes y buenos y que la equipación es abundante, con seguros a menos de 2 metros en ocasiones.
La vía es muy asequible y solo presenta un par de pasos que marcan el grado, uno de ellos bastante arriba. Una ligera barriguita en la pared que para superar hay que encontrar un agarre, algo escondido pero muy bueno, por encima de ella.
Contento por haber subido con más soltura de la que me esperaba, bajo a tierra firme para ceder el turno.
Hector se viste, o mejor dicho, se desviste, y empieza a escalar después de un parón de más de 2 meses.
Pero la estancia en dique seco no se aprecia. En unos minutos, tras sufrir un poquito en la barriga que comentaba, se planta en lo más alto de la peña y se dedica a sacar fotos de Estella y los paisajes que la rodean.
La verdad es que la estampa merece la pena. Aquí una panorámica sacada a partir de la secuencia de imágenes que tomó desde lo alto.
Es el momento de Eva que, dentro de su habitual parsimonia, se encuerda y tira para arriba sin pensarselo mucho. Siendo rigurosos, la verdad es que trepó la vía más rápido de lo ninguno que pensábamos.
Optamos por continuar por Jurasic txikipark, 5c+, pero ninguno tenemos ganas de darle de primero. Considerando ésta una jornada de toma de contacto, coincidimos en que lo más sensato es darle todo lo que podamos en top-rope y coger confianza de nuevo.
Nuevamente subo yo primero (aunque no hay registro fotográfico) y empiezo muy confiado al ir con la cuerda por encima. Me voy demasiado por la izquierda, repitiendo la vía anterior, así que desciendo un poco y vuelvo a empezar. La vía sale bien pero es más dura que la que acabamos de hacer. Nuevamente el paso duro de la vía se encuentra al final (aunque la salida también resulta compleja) y tiene pinta de ser un paso de confianza para sacarlo abriendo.
Les devuelvo la cuerda a los de abajo y aprovecho para quedarme arriba y afotar desde otro ángulo.
Hector ha cogido confianza y sube como una máquina, dudando solo en un par de puntos más complicados.
Puede verse que, de todos modos, no resulta difícil encontrar presas grandes y consistentes para seguir progresando. En casi todos los movimientos tenemos al alcance algún canto o alguna regleta grande, para dar seguridad al avance..
Nuevamente Eva se pone en acción e inicia la vía derrochando esa elegancia escaladora que posee.
En poco tiempo alcanza la cota a la que yo me encuentro, salvando sin mucha dificultad (que los chicos si que encontramos) el paso más psicológico de la vía.
Por último, aprovechando que teníamos la cuerda montada, hacemos la vía que está a la derecha con la cual comparte reunión, Jormaz edo sarljam, 5a. Es una grieta facilona que no tiene el típico factor miedo de este tipo de vías. Grandes apoyos y la facilidad de utilizar las dos paredes hacen que sea muy asequible.
Como habíamos acordado estar en casa sobre las 15:00, y pese a mi cabezonería y reticencia a marcharnos, recogimos todo el equipo antes de probar más vías... pero pasando por la zona de boulder que hay junto a la escuela. Es una pequeña pared desplomada con una zona llana en su base para poder recepcionar bien las caídas. Se intuyen algo así como media docena de líneas, pero para nosotros resultó demasiado difícil.
Te puede interesar:
Información sobre Estella = link web oficial.
¿Dónde comer? = No tenemos información.
¿Dónde dormir? = Siendo cuidadosos, el propio parking de la basílica del Puy, puede prestarse a una noche en la furgo.
DATOS DE LA ESCUELA DE PEÑAGUDA
Nº de vías = 11.
Graduación vías = 5a hasta 6a.
Equipación = parabolts; descuelgues con dos mosquetones. ¡Ojo a la equipación vieja!.
Máx longitud de vía = 17m.
Material = 12 cintas express.
Sombra = por la mañana.
Tipo de roca = caliza, por lo general cantos.
Aunque solo existen una docena de vías, se trata de una pared con una aproximación cómoda y corta y con una buena zona para asegurar. Aproximadamente la mitad de las vías se encuentran re-equipadas, siendo el resto semi-equipadas y con material bastante antiguo. Aunque nosotros no nos atrevimos a usarlas, al menos nos sirvió para ver este material apto solo para valientes.
Sirga en puente de roca
Clavo oxidado
Aparcamos en al parking de la Basílica del Puy y en menos de 10 minutos caminando por pista ancha y de constante pendiente ascendiente nos plantamos bajo el muro, teniendo a la vista durante todo el tiempo la pared.
Después de mirar en la guía y estudiar las posibilidades de la pared, decidimos empezar por la vía Masud afganoa, 5c+ (aunque esto no lo he sabido hasta bastante después, ya que yo creía que estaba haciendo un 5a) . Echándolo a suertes (decide Hector) me toca a mi empezar a escalar y me encaramo con ganas, y con algo de respeto, a probar la ruta mencionada.
Compruebo que la roca tiene agarres suficientes y buenos y que la equipación es abundante, con seguros a menos de 2 metros en ocasiones.
La vía es muy asequible y solo presenta un par de pasos que marcan el grado, uno de ellos bastante arriba. Una ligera barriguita en la pared que para superar hay que encontrar un agarre, algo escondido pero muy bueno, por encima de ella.
Contento por haber subido con más soltura de la que me esperaba, bajo a tierra firme para ceder el turno.
Hector se viste, o mejor dicho, se desviste, y empieza a escalar después de un parón de más de 2 meses.
Pero la estancia en dique seco no se aprecia. En unos minutos, tras sufrir un poquito en la barriga que comentaba, se planta en lo más alto de la peña y se dedica a sacar fotos de Estella y los paisajes que la rodean.
La verdad es que la estampa merece la pena. Aquí una panorámica sacada a partir de la secuencia de imágenes que tomó desde lo alto.
Es el momento de Eva que, dentro de su habitual parsimonia, se encuerda y tira para arriba sin pensarselo mucho. Siendo rigurosos, la verdad es que trepó la vía más rápido de lo ninguno que pensábamos.
Optamos por continuar por Jurasic txikipark, 5c+, pero ninguno tenemos ganas de darle de primero. Considerando ésta una jornada de toma de contacto, coincidimos en que lo más sensato es darle todo lo que podamos en top-rope y coger confianza de nuevo.
Nuevamente subo yo primero (aunque no hay registro fotográfico) y empiezo muy confiado al ir con la cuerda por encima. Me voy demasiado por la izquierda, repitiendo la vía anterior, así que desciendo un poco y vuelvo a empezar. La vía sale bien pero es más dura que la que acabamos de hacer. Nuevamente el paso duro de la vía se encuentra al final (aunque la salida también resulta compleja) y tiene pinta de ser un paso de confianza para sacarlo abriendo.
Les devuelvo la cuerda a los de abajo y aprovecho para quedarme arriba y afotar desde otro ángulo.
Hector ha cogido confianza y sube como una máquina, dudando solo en un par de puntos más complicados.
Puede verse que, de todos modos, no resulta difícil encontrar presas grandes y consistentes para seguir progresando. En casi todos los movimientos tenemos al alcance algún canto o alguna regleta grande, para dar seguridad al avance..
Nuevamente Eva se pone en acción e inicia la vía derrochando esa elegancia escaladora que posee.
En poco tiempo alcanza la cota a la que yo me encuentro, salvando sin mucha dificultad (que los chicos si que encontramos) el paso más psicológico de la vía.
Por último, aprovechando que teníamos la cuerda montada, hacemos la vía que está a la derecha con la cual comparte reunión, Jormaz edo sarljam, 5a. Es una grieta facilona que no tiene el típico factor miedo de este tipo de vías. Grandes apoyos y la facilidad de utilizar las dos paredes hacen que sea muy asequible.
Como habíamos acordado estar en casa sobre las 15:00, y pese a mi cabezonería y reticencia a marcharnos, recogimos todo el equipo antes de probar más vías... pero pasando por la zona de boulder que hay junto a la escuela. Es una pequeña pared desplomada con una zona llana en su base para poder recepcionar bien las caídas. Se intuyen algo así como media docena de líneas, pero para nosotros resultó demasiado difícil.
Te puede interesar:
Información sobre Estella = link web oficial.
¿Dónde comer? = No tenemos información.
¿Dónde dormir? = Siendo cuidadosos, el propio parking de la basílica del Puy, puede prestarse a una noche en la furgo.
DATOS DE LA ESCUELA DE PEÑAGUDA
Nº de vías = 11.
Graduación vías = 5a hasta 6a.
Equipación = parabolts; descuelgues con dos mosquetones. ¡Ojo a la equipación vieja!.
Máx longitud de vía = 17m.
Material = 12 cintas express.
Sombra = por la mañana.
Tipo de roca = caliza, por lo general cantos.