En esta temporada de nieves, que tan buenos momentos están dando a esquiadores, quisimos aprovechar un fin de semana completo en Pirineos. Establecimos nuestro destino en el valle de Echo, para movernos por el entorno del refugio de Lizara, desde donde emprenderíamos, teóricamente, un par de salidas invernales con objetivo de ascender a alguno de los picos que lo rodean.
El viernes por la tarde ponemos rumbo al noreste, en busca de un sitio donde hacer noche con la furgo. Elegimos dormir en el pueblo de Jasa, con objeto de encontrar algo de protección ante el frío, aunque luego veríamos que eso no era problema.
Aparcamos en una calle amplia con edificios en construcción, cenamos y al poco nos fuimos a la cama para madrugar al día siguiente intentando encontrar una nieve lo más transformada posible.
JASA, HUESCA:
Jasa es un pueblo pequeño, de aire puramente pirenaico, con casas de piedra y pizarra en los tejados. Calles empedradas, parque infantil, piscina y hasta colegio. Un lugar muy tranquilo en caso de querer huir del frío nocturno del Pirineo Aragonés.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
A las 6:30 de la mañana nos poníamos en pie. Desayuno potente en el mismo pueblo antes de subir hacia el refugio de Lizara, desde donde queríamos partir. Aunque una vez allí, tuvimos que bajar un trecho por la carretera ya que la zona de aparcamiento estaba repleta.
Tras vestirnos y salvar el poco más de medio kilómetro de asfalto, pasamos junto al refugio ya pisando nieve. Ésta aparecía bastante blanda para ser tan pronto, pero decidimos seguir hacia arriba, pensando encontrarla un poco más dura en zonas más altas.
El plan era llegar a la Llana de Mistresa y desde allí observar posibilidades en función de la nieve y nuestro valor de ese día. Si no nos atrevíamos con alguno de los accesos por la Norte del Bisaurín, podríamos probar el Puntal de Secús o ir hacia el Este a los ibones de Estanés.
Pero invertimos cerca de 3 horas en recorrer poco más de 3 kilómetros. Esto, aparte de lo cansados que íbamos ya por la nieve suelta y pesada, nos hizo ver que era imposible acometer ninguna ascensión a pie si queríamos llegar con luz. Preferimos hacer unas prácticas de autodetención, antes de entrar al valle que da acceso a la Llana de Mistresa y volver al día siguiente con raquetas.
Tras un rato de revolcarnos por la nieve, emprendimos la vuelta, que lejos de resultar más rápida, se nos alargó sobremanera, al salirnos del recorrido más transitado y caminar por la zona de bosque donde la nieve estaba menos compacta.
Finalmente, 6 horas de pateo, con ningún objetivo conseguido pero con unas bonitas vistas de este bonito valle del pirineo occidental.
DATOS DE LA RUTA:
Teniendo en cuenta que no se finalizó según lo previsto.
- Distancia: aprox 7 kilómetros
- Desnivel: 300 m
- Tiempo empleado: 6:00 horas || 5:00 horas en movimiento
- Cimas: ninguna.
- Material: básico invernal: botas, crampones, piolet, casco. Hubiera sido necesario el uso de raquetas.
- Dificultad: paseo fácil por los alrededores del refugio de Lizara.
- Track: no disponible
FOTOS DE LA RUTA:
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