jueves, 31 de octubre de 2013

XIX Marcha Hoyos de Iregua


Atendiendo a la caña que nos lanzaba Isra, picamos hasta el garganchón y nos fuimos con él a hacer la XIX edición de la Marcha de Hoyos de Iregua. Una marcha con recorrido siempre distinto, rondando los 30-35 km y con buenos desniveles.


ACCESOS Y PREVIO:
El acceso a Villoslada se hace por la N-111. Yendo desde Logroño, veremos las indicaciones en la carretera para acceder al pueblo, tomando un ligero desvío a mano derecha.
Con motivo de la Marcha de Hoyos de Iregua, había problemas de aparcamiento, pero no es habitual y se puede encontrar sitio fácilmente por el centro del pueblo.


DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Llegamos justos de tiempo y salimos los últimos como siempre. Cruzamos el pueblo para salir hacia el Noroeste, tragándonos todas las retenciones que provocaba el gran grupo de marchistas por las estrechas calles y senderos. Subimos por el barranco del arroyo Maguillo y en su unión con el de Viciercas, encontramos el primer punto clave, la Estela romana.

La estela romana es una lápida funeraria romana del siglo II-III ubicada en el cerro de Mojón Alto. Tiene unas características inscripciones en romano y celtíbero.

A partir de aquí, nos queda una larga y dura pendiente hacia la cima de Mojón Alto (1.767m), aderezada con una niebla que nos mojaba completamente a todos los senderistas. Parecía que mi relación con la Marcha de Hoyos de Iregua iba a ser siempre con mal tiempo. Nosotros dejamos atrás a la gente que se para en el refugio forestal de la cumbre y continuamos, perdiendo altura ya, hacia el primer avituallamiento en el Abrevadero de Las Hoyas.
Al poco volveremos a perder mucha altura, bajando hacia el barranco Berrinche, descenso que nosotros hacemos corriendo para soltar los músculos de las piernas. Mientras faldeamos la colina, tenemos vistas de primera fila hacia la cueva Covaruña, una gran oquedad en la roca llena de leyendas.
Y así, poco a  poco y como quien no quiere la cosa, alcanzamos el puerto de Peña Hincada (1.412m), desde donde descenderemos por el GR hacia Ortigosa. Toca un tramo de bosque de pino y haya, donde los buscadores de setas podrían haber hecho su agosto.
Precisamente en Ortigosa hacemos la parada fuerte del día, la única hasta el momento ya que no nos detuvimos en el primer avituallamiento. Pero en este sí, la ocasión lo merece. Una pesada bolsa nos espera al entrar en la plaza y hay que dar cuenta de ella antes de seguir la marcha. Es este uno de los puntos fuertes de esta marcha, la buena organización, con muchísima gente implicada y avituallamientos generosos y muy currados.
Con la panza a rebosar y calientes por el caldo (o el vino, quién sabe), reanudamos la marcha con una rampa que, aunque corta, se hace dura después del parón. Intercalamos pista asfaltada, caminos y sendas atravesando un robledal para llegar a Peñaloscintos y continuar hacia Villoslada sin detenernos.
Enseguida llegaremos al tercer y último avituallamiento, en el que tampoco haremos parada más allá que para coger frutos secos y algo de líquido.
Tras más de 8 horas de marcha, vemos las calles de Villoslada, entrando por la parte alta junto a la ermita de San Miguel. Una buena paliza recompensada por lo bien que lo hemos pasado.


DATOS DE LA RUTA:
  • Distancia: 31,5 km
  • Desnivel: ~1.120 m
  • Tiempo empleado: 8:15 h total | 7:00 h en movimiento
  • Cimas: Mojón Alto (1.767m).
  • Material: nada que reseñar. Chubasquero por la meteo anunciada y bastones recomendables
  • Dificultad: técnicamente sin problemas, aunque algo exigente la rampa de subida hasta Mojón Alto, durante los primeros 6 km.
  • Track: enlace a Wikiloc. Ruta subida por el compañero CHEBACA, mucho más rápido que nosotros.

CROQUIS Y PLANOS:
Plano en planta con el recorrido


FOTOS DE LA RUTA:

Isra y yo antes de salir desde Villoslada, como siempre de los últimos. Se ve todo el grupo que ya ha salido.

Iniciamos nuestra Marcha de Hoyos de Iregua, todavía con las farolas encendidas.

Ganamos altura rápido por las calles del pueblo y volvemos la mirada hacia el punto de salida. La gente de la organización muy presente en todo el recorrido.

Salimos de Villoslada por estrecho sendero, lo que provoca retenciones y paradas en el grupo.

El marcado ascenso desde los primeros compases nos hace quitar capas. El día parece que ha salido mejor que cuando lo hicimos en 2011.

Pero pronto nos envuelve una niebla "meona" al ganar altura.

Continuo y laaaargo ascenso hacia la Estela Romana.

Pendiente fuerte que hacía esforzarse mucho a los participantes.

Pasamos por la Estela romana sin detenernos. Estamos mojados y sopla un fuerte viento que nos hace pasar bastante frío.

Avanzamos hacia tramos de bosque, por bonitos y mojados senderos

Mojón Alto, 1.767 m. Saqué la foto una vez pasamos la cima, desde un lugar a resguardo para no mojar la cámara.

Bajamos hacia el primer avituallamiento del día: nesquik, bollitos y frutos secos. ¡Lastima de lluvia para haber parado un rato!

Isra desafió a las inclemencias del tiempo.

Parece que los primeros rayos de sol intentan atravesar las nubes.

¡Por fin una bajada! Descendemos al trote para soltar músculos.

Hemos dejado atrás la peor parte y el camino pasa a un continuo sube y baja

El cielo se va abriendo poco a poco y podemos ver el paisaje.

Por ejemplo la cueva Covaruña, donde hasta mil ovejas han llegado a tener refugio.

También podemos ver a la gente que está subiendo ya hacia el puerto de Peña Hincada.

Nuestro turno en la misma subida. Corta pero empinada.

Tras ascender por la pelada vertiente Sur, bajamos por el otro lado, boscoso y húmedo.

El musgo evidencia la clara orientación Norte por la que estamos discurriendo.

Cómodo transitar por pista antes de llegar a Ortigosa, donde nos espera uno de los mejores momentos del día: el almuerzo.

Ortigosa de Cameros

La plaza está animada a la hora de la pitanza

Normal que la gente esté contenta. Almuerzo: bocadillo de lomo con pimientos (generoso), sandwich vegetal, plátano, lata de acuarius, vinito y caldo... y puedes repetir.

A ratos se deja ver de refilón el pantano de Ortigosa.

Últimos compases de la marcha, recorriendo una zona que ya nos advirtieron que sería muy bonita.

Llegamos al último punto de control de la Cruz Roja, muy presente en todo el recorrido.

Y de vuelta a Villoslada, tras una buena calcetinada.



ENTRADAS RELACIONADAS:

martes, 22 de octubre de 2013

Ascensión al Monte Caro


Como cada San Mateo de los últimos años, nos acercamos a Peñíscola a pasar unos días. Teniendo el parque natural del Els Ports tan cerca, resultaba muy interesante acercarnos a tachar otro techo provincial, el Monta Caro de Tarragona.


DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Como el viaje hasta nuestro punto de salida, el refugio del Monte Caro, está a casi 2 horas de Peñíscola, buscamos una ruta rápida para acceder a esta cima. No es la más deportiva, pero sí muy bonita y entretenida.
En el inicio seguimos la carretera guiados por las marcas del GR-7 hasta unos dos kilómetros del inicio, donde, continuando con las marcas del sendero de Gran Recorrido, nos desviamos a la izquierda. Entramos de lleno en un sendero estrecho a través del bosque que empieza a cambiarnos el ánimo. Lo que venía siendo una paseo por carretera , pasa a ser una bonita y divertida ascensión.
Aunque subimos a paso ligero, el camino nos obliga a hacer paradas para retratar lo que vemos. Avanzamos por una sinuosa y estrecha línea de tierra y piedras, con múltiples escalones y en poco más de 20 minutos alcanzamos el collado de Pallers (1.189 m).
Saludamos a un hombre que parece haber hecho noche en ese punto, ya que vemos una tienda secando al sol y a él reposando sentado. Avanzamos unos metros, separándonos ya de el GR-7 y enfilando hacia nuestro objetivo, el Monte Caro. En ese momento se muestra ante nosotros un mar de nubes que cubre todas las zonas más bajas que en la nos encontramos. Una visión que en sí misma bien merece el haber subido hasta allí.
Ascendemos un poco más por el cordal en busca de una sombra en la que pararnos a comer un pequeño bocadillo disfrutando de las vistas. No nos detenemos mucho rato, apenas 15 minutos y seguimos adelante. Tenemos ante nosotros cerca de 2 kilómetros de ancha cresta hacia el Caro, bajo un potente sol y con el efecto ralentizador de las increíbles vistas que se nos insinúan a ambos lados. El terreno es fácil y con poco desnivel y solo en alguna ocasión nos hará apoyar la mano para salvar un paso.
El acceso a la cima es, en su último tramo, nuevamente por zona boscosa, la cual agradecimos mucho por la sombra que nos proporcionó. Estamos en deuda con esos árboles.
Hacemos cumbre en el Monte Caro poco antes de las 13:00, una cumbre muy bien comunicada por el número de antenas que la coronan. Poco más que las fotos de rigor, una visita a la virgen en cuyo buzón dejamos una nota y beber un poco de agua antes de empezar a bajar. El descenso lo hacemos siguiendo la carretera que lleva a las antenas, aunque tomando unos atajos perfectamente marcados. Conviene en este punto advertir que parece que esos atajos hayan sido planteados para un sentido ascendente, porque bajando hay puntos con cierto riesgo.

En caso de no estar acostumbrado a destrepar o si se va cansado, recomendamos bajar siempre por la carretera debido a estos puntos "difíciles".


DATOS DE LA RUTA:
  • Distancia: 9,2 km
  • Desnivel: 680 m
  • Tiempo empleado: 3:30h total | 2:35h en movimiento
  • Cimas: Caro (1.442m).
  • Material: nada que reseñar.
  • Dificultad: baja; distancia y desnivel asequibles con tramos empinados que incluso requerirán echar las manos sin llegar a entrañar dificultad. Fácil orientación, con el camino bastante marcado al principio y, ya en la cresta hacia el Caro, siempre con el objetivo a la vista.
  • Track: enlace a Wikiloc. La zona del acceso al cordal está algo confusa en el track.

FOTOS DE LA RUTA:

El día despierta rojo de emoción.

Partimos del refugio del Monte Caro, siguiendo el Gr-7 por carretera.

Pronto llagamos a un sendero ascendente entre pinos que sale hacia la izquierda del asfalto.

Siempre pasos estrechos cambiando entre tramos boscosos y otros más abiertos.

Mucho escalones de piedra a lo largo de este tramos de subida.

Fáciles y entretenidos.

Altos ejemplares custodian nuestro avance.

Pasado el collado de Pallers ya podemos disfrutar del mar de nubes que cubre Tarragona.

Visiones de cuento de mágicos personajes.

Nos autoretratamos con la postal detrás.

Aún ganamos algo de altura antes de parar a comer un poco.

Caminando por el cordal el sol nos castiga. Bajo las nubes la temperatura era suave, pero sobre ellas tuvimos unos buenos 30ºC.

Eva observa relajadamente la parte por la que hemos subido.

En algún punto del cordal nos permitimos la licencia de arrancar a trotar.

Bonita vista hacia atrás con la parte de cordal que hemos hecho y la que hemos dejado hacia el SO.

Menudo día estamos teniendo.

Es muy dificil perderse teniendo el destino casi todo el tiempo a la vista.

Poso con la frontera natural que supone la sierra de Els Ports para las nubes y la cima del Caro a la derecha.

Eva camina airosa hacia la "yerrada" cumbre del Monte Caro.

Los hitos guían nuestros pasos.

Para salvar el contrafuerte SO del monte, perdemos algo de altura y nos internamos en un tramo de pinar.

Tramo empinado previo a la cumbre.

Ya casi lo tenemos.

Llegamos a cima rondando las 13:00 del mediodía, cuando el sol está castigando más la tierra.

Monte Caro, 1.442 m.

Escribiendo una nota para dejar en el buzón e intentando buscar cobertura ;)

Eva junto a la virgen de la cima del Monte Caro.

Última foto con el mar de nubes como invitándonos a saltar desde el balcón.

Bajamos siguiendo la carretera, aunque acortando alguna de las muchas curvas que la definen.

A veces toca echar el culo al suelo.

Otras pasar entre grandes bloques.

E incluso bajar cual esquiadores por la grava y las piedras sueltas.

Sinuosa carretera de subida hacia el Caro, por el parque de Els Ports. Alguno de los murallones de la derecha alberga zonas de escalada... a ver si las visitamos algún día