miércoles, 20 de febrero de 2013

Invernal al Moncayo


En vista de la nieve caída en los días precedentes, aprovechamos la oferta que nos lanzaba Isaac, de ir a hacer una ascensión invernal al Moncayo.
Un gran paquete de nieve y el aumento de las temperaturas durante jueves y viernes, ponían un buen campo de juego. Las previsiones para el sábado eran de sol y poco viento; un marco difícil de encontrar en este monte.

Salimos de Logroño el viernes sobre las 20:30, con intención de dormir en las furgos cerca del Santuario de la Virgen del Moncayo. En poco más de 2 horas y tras una parada policial rutinaria incluida, llegamos a nuestro destino y colocamos los vehículos. Ya había otra furgo aparcada y otra llegaría un rato después.
Cenamos en la furgo de Isaac, bien calentitos en una noche fresca, y poco más allá de la media noche nos fuimos a dormir.

No dormimos mal, teniendo en cuenta que éramos 3 en nuestra cama ya que Roberto dormía con nosotros. Aunque si es verdad que Eva pasó algo de frío… jijiji.
Entre ponte bien y estate quieto, nos dieron las 9:30 para ponernos en marcha, cuando ya mucha gente había llegado en coche y comenzado la marcha. Nosotros los veíamos pasar mientras untábamos galletas en el café.


DESCRIPCION DE LA RUTA:

Al hacer noche allí, y encontrar la pista limpia, pudimos arrancar desde el último aparcamiento antes del santuario. En 5 minutos nos acercamos a él y a las vías de escalada en roca que se han equipado en la tapia que hay detrás. El Moncayo empieza a dejarse ver.
Pasamos sin detenernos, aunque aquí ya hay mucha gente poniendo crampones, e iniciamos la marcha por el bosque. La nieve está asentada en el suelo y el paisaje es muy bonito, haciéndonos olvidar el peso de las mochilas. Tania tira fuerte del grupo, mientras Eva y yo nos colocamos a la cola, lugar que no abandonaríamos.
En media hora salimos de la zona arbolada y empezamos a ver el circo que forma la Hoya de San Miguel. Un pared impresionante y que, en un día claro como el que tuvimos, veía incrementada su belleza.
Aún caminamos unos cuantos cientos de metros por el fondo del otrora glaciar, hasta acomodarnos como pudimos para calzar crampones y sacar piolets. Eva y yo, nos colocamos los arneses por si practicábamos con la cuerda, pero no hubo ocasión. Aprovechamos para conversar con otro grupo y les preguntamos por la subida por los corredores de la cara Este. Pese a que nos lo pusieron como muy empinado y cansado, elegimos esa opción. Desde donde estábamos parecía empinado, pero fácil y con muy buena nieve.
Así lo constatamos cuando nos metimos dentro. Una capa de nieve blanda con un fondo algo más duro que permitía avanzar muy cómodamente, aunque con cuidado. Ciertamente el esfuerzo merecía la pena.
Alcanzamos la arista Este del Moncayo, saliendo en perpendicular hacia ella, sin haber superado los 45-50º de inclinación en ningún momento. Yo diría que la media de esa pala queda en los 35-40º. Desde allí hacia la cima, aunque la pendiente era notablemente inferior, se hizo pesado por el estado de la nieve, más blanda y menos transformada, que se rompía al pisar y no permitía avanzar del mismo modo.
Nos hicimos la foto y disfrutamos de las vistas: San Lorenzo, Urbión, gran parte de los Pirineos,… Aprovechamos el buen día para comer en la cumbre, algo que no siempre se puede hacer en el Moncayo.
Empezamos el descenso porque notamos la pérdida de calor. Siguiendo las recomendaciones que nos habían dado, nos acercamos a la ruta invernal normal, que baja desde el collado de San Juan Con un inicio que te hace pensártelo, resultó ser la mejor y más rápida opción para la bajada. La gruesa capa de nieve, nos dejaba bajar dando grandes zancadas sin riesgo de perder pie. Cuando la cosa se suavizó un poco, incluso probamos a descender deslizando y practicamos un poco de autodetención.
Terminamos el camino por donde habíamos subido, siguiendo los pasos de los (casi seguro) cientos de personas que ese día se animaron a subir al Moncayo.
Celebramos nuestro objetivo cumplido, con unas cervezas frescas en las furgos, mientras recogíamos material y comentábamos la suerte de día que habíamos disfrutado.


DATOS DE LA RUTA:
Teniendo en cuenta que no se finalizó según lo previsto.
  • Distancia: 7,1 kilómetros
  • Desnivel: 755 m
  • Tiempo empleado: 5:20 horas || 4:20 horas en movimiento
  • Cimas: Moncayo.
  • Material: Básico invernal: botas, crampones, piolet, casco.
  • Dificultad: Ascensión corta en kilómetros pero con pendientes importantes. En las condiciones que lo encontramos nosotros, la subida por los corredores resultó sencilla. No será igual con menos manto.
  • Track: enlace a Wikiloc.


CROQUIS DE LA RUTA:

Plano en planta

Perfil

Croquis de la ascensión




FOTOS DE LA RUTA:

Nos levantamos con la salida del sol.

Parece que se cumplirán las previsiones y tendremos un día claro y sin frío.

Tras hora y media, iniciamos la marcha cargados con todos los bártulos.

Enseguida llegamos al Santuario de la Virgen del Mocayo. Allí están el albergue, el restaurante y las vías de escalada.

Nos internamos en el corto tramo de bosque hacia la Hoya de San Miguel.

Aquí ya encontramos una buena capa de nieve.

No nos cuesta mucho atravesar esta tramo arbolado.

Ya con el Moncayo a la vista. El circo tiene un aspecto impresionante, tan cargado de nieve.

Vista atrás, hacia Roberto que nos sigue, con los Pirineos al fondo también con un increíble manto blanco.

Da la impresión de que estamos de suerte: Moncayo, con mucha nieve, sin niebla, sin viento y con buena temperatura.

Paramos a poner crampones y comer unos frutos secos, justo antes de empezar a empinarse la cosa.

Avanzamos hacia la canal por la que queremos probar.

En su base parece que está bastante bien de nieve y que puede ser entretenida.

Comenzamos a ascender por ella y comprobamos que el estado del manto es bueno.

Eva cierra el grupo en la entrada hacia la que hoy es una ancha canal.

En uno de los tramo más empinados.

Isaac asciende directamente para salir de la pala hacia la arista Este.

Así me ve Eva en el último tramo...

...y así la veo yo.

Vista de la ascensión normal al Moncayo.

Distinguimos gente y perros subiendo y bajando por esa ruta.

Esta ladera venteada, está cubierta de curiosas formaciones heladas.

Avanzamos por ella hacia la cima, lentamente por lo inestable de la nieve que se deshace a nuestro paso.

Desde aquí vemos este intrigante resplandor alrededor del astro rey.

Foto de cima: Moncayo, 2.316m.

Bien merecida (y bien disfrutada) pausa para comer en la cima del Moncayo.

Tras media hora, iniciamos el descenso, buscando la salida de la vía por el Cucharón.

Los primeros metros pueden impresionar un poco. Empinados y con unas vistas increíbles.

Una pendiente bastante fuerte al principio, pero con muy buena nieve.

La pala presenta zonas duras en algunos tramos. Se entiende el peligro que tiene esta zona cuando el suelo está helado.

A mitad de ladera, la inclinación suaviza bastante.

De nuevo caminamos por el bosque, con ritmo alegre, hacia las furgos.




ENTRADAS RELACIONADAS: