Distancia: 25 km // Tiempo: 30 min // Consumo: 2,5 L
Combustible: 2,07€ // Peajes: 0,0€ // Total: 2,07€
Itinerario Google Maps.
Después de la paliza que nos habíamos dado por la mañana y de haber llenado la tripa las ganas de moverse estaban muy mermadas. La tarde que os esperaba también era para cansar y costaba despegar el culo del sofá.
Haciendo un gran acopio de fuerzas y de voluntad nos pusimos en marcha hacia uno de los grandes atractivos del finde: visitar las cuevas de los Cristinos y de Akuandi.
La Sierra de Urbasa (info) cuenta con bastantes cuevas y oquedades, pero de todas ellas las únicas que se pueden visitar libremente son estas dos. Evidentemente son muy sencillas de hacer, no es necesaria experiencia anterior y no presentan ningún tipo de dificultad aparte de prestar cuidado de por donde nos movemos. El hecho de que no implique dificultad no significa que estén exentas de riesgo y es que dentro de una cueva no hay nada libre de peligro. Si no se mira por donde se pisa puede haber caídas muy serias; hay que prestar atención a los techos, bajos y con formaciones puntiagudas; resbalones, tropezones, barro, agua... En definitiva hay que poner atención en lo que se hace.
Para visitar las cuevas es preciso internarse en el monte Limitaciones, imposible de hacer sin el correspondiente permiso (al menos para circular con el coche). No sé exactamente dónde o cómo conseguirlo, pero quizá preguntando aquí se pueda solicitar información. A nosotros nos lo facilitó Beatriz, la dueña de la casa, con la excusa de "visita organizada a las cuevas".
El camino a seguir para acceder a las cuevas, contando con el citado permiso, es el señalado en el mapa:
Más arriba está el itinerario en Google Maps, en la segunda línea de este hilo.
Lo primero de todo recordar que es muy necesario llevar todas las luces posibles: frontales, linternas, candiles eléctricos,... todo lo que tengamos disponible para poder alumbrar nuestro camino. Así mismo es recomendable ropa cómoda y que podamos manchar y calzado deportivo y cómodo (mejor si no es de alta montaña). En este campo Pachi marcó la tendencia a seguir.
Nuestra primera visita fue a los Cristinos, por ser más fácil tanto de encontrar como de ejecutar la visita. El detalle de la entrada se corresponde con el recuadro nº2 del plano:
La entrada ocupa el lugar exacto de la estrella. Consiste apenas en una abertura en forma circular de 2 metros escasos de radio. Se encuentra semitapada por un árbol caído,
el cuál habrá que sortear por debajo, casi arrastrándonos por el suelo. Una vez que se ha pasado este inconveniente tenemos acceso a una escalera rudimentaria que permite la bajada a la primera sala de la cueva.
Entrando un poco veremos varias opciones de continuación, la correcta prácticamente está guiada: subir por unos escalones de piedra, pasar por un marco de una puerta y subir, a mano izquierda, por un pequeño hueco en la pared. Accedemos a una parte que se veía desde abajo, de techos bajos y duros (testados con mi propia cabeza) y con un suelo irregular y en pendiente.
Seguiremos el curso de la cueva que, una vez descendido el tramo a la vista, dará acceso un poco más allá a la sala del lago.
Si nunca se ha estado en cuevas, es esta una visión espectacular. Será necesario concentrar todas las luces disponibles para poder ver en condiciones y también toda nuestra visión, pero merece la pena. Si se quiere cambiar el punto de vista es posible llegar a una playa que se ve al fondo a la izquierda. Para ello subiremos por una pendiente que hay a mano izquierda, ligeramente empinada y bastante resbaladiza y que nos conduce a un estrecho pasillo que habrá que hacer arrodillados.
El llegar a este punto nos regala con la vista del lado largo del lago, mostrando otra playa que se intuye al fondo y a la que se puede llegar... pero mojado.
Aguantamos allí dentro un rato, haciendo el juego de apagar todas las luces y, callados todos, escuchar... el silencio. Es una curiosa experiencia.
Salimos de la cueva desandando nuestros pasos y pensando ya que, si queríamos entrar en Akuandi, debíamos empezar a buscar para que no se hiciera muy tarde.
Entramos un poco al azar, en un quiebro del camino y resultó ser el acertado. No tenía claro si era el que elegimos o el siguiente, pero nos lo tomamos como un paseo por el bosque que tenía un aliciente extra: poder entrar en otra cueva.
La ubicación exacta es esta:
Aunque al comenzar a andar por el camino (no es una pista pero tampoco un sendero) no parezca que lleve a ningún lado, a apenas 800 metros desde el inicio, hay un poste indicador que asienta las esperanzas. La confirmación de que se va por el buen camino es la visión de unos troncos cortados poco antes del acceso a la cueva.
La entrada en esta ocasión es más estrecha y difícil de ver. Prácticamente hay que bajar los pies a ciegas, apoyándolos en las húmedas rocas. Se accede directamente a una antesala en pendiente descendiente y bastante resbaladiza, sin muchos apoyos.
Una vez que llegas abajo, existen dos posibilidades: seguir bajando hacia la derecha o continuar recto a la izquierda. Parece que hacia abajo no hay salida... y hacia la izquierda conduce a un tramo que hay que rapelar, lo que no hizo dar media vuelta. Que ¿por qué digo que hay que rapelar? ¿En qué me baso? En el segundo largo de caída que tuvieron las pilas de la linterna de uno de nosotros. Ese toc, toc, ..........toc, característico de los dibujos animados.
En vista de lo anterior decidimos dar media vuelta y salir de la cueva mientras comentábamos cómo sería la próxima vez que lo intentásemos.
De camino a la casa paramos pan en Zudaire, en busca de la farmacia que encontramos cerrada. Para cenar no hicimos la chuletada finalmente. Se había hecho tarde y no teníamos muchas ganas. Además para hacer lumbre había madera (en lugar de sarmientos) que necesita mucho tiempo al fuego hasta que se pueden usar las brasas. Por esto preparamos un menú rico en hidratos de carbono (pasta) y alguna otra cosa para acompañar.
La velada no se alargó mucho, a eso de las 3:30 de la mañana nos recogíamos los últimos. Para unos sendentarios como nosotros el día había resultado bastante cansado.
Descarga en pdf
Haciendo un gran acopio de fuerzas y de voluntad nos pusimos en marcha hacia uno de los grandes atractivos del finde: visitar las cuevas de los Cristinos y de Akuandi.
La Sierra de Urbasa (info) cuenta con bastantes cuevas y oquedades, pero de todas ellas las únicas que se pueden visitar libremente son estas dos. Evidentemente son muy sencillas de hacer, no es necesaria experiencia anterior y no presentan ningún tipo de dificultad aparte de prestar cuidado de por donde nos movemos. El hecho de que no implique dificultad no significa que estén exentas de riesgo y es que dentro de una cueva no hay nada libre de peligro. Si no se mira por donde se pisa puede haber caídas muy serias; hay que prestar atención a los techos, bajos y con formaciones puntiagudas; resbalones, tropezones, barro, agua... En definitiva hay que poner atención en lo que se hace.
Para visitar las cuevas es preciso internarse en el monte Limitaciones, imposible de hacer sin el correspondiente permiso (al menos para circular con el coche). No sé exactamente dónde o cómo conseguirlo, pero quizá preguntando aquí se pueda solicitar información. A nosotros nos lo facilitó Beatriz, la dueña de la casa, con la excusa de "visita organizada a las cuevas".
El camino a seguir para acceder a las cuevas, contando con el citado permiso, es el señalado en el mapa:
Más arriba está el itinerario en Google Maps, en la segunda línea de este hilo.
Lo primero de todo recordar que es muy necesario llevar todas las luces posibles: frontales, linternas, candiles eléctricos,... todo lo que tengamos disponible para poder alumbrar nuestro camino. Así mismo es recomendable ropa cómoda y que podamos manchar y calzado deportivo y cómodo (mejor si no es de alta montaña). En este campo Pachi marcó la tendencia a seguir.
Nuestra primera visita fue a los Cristinos, por ser más fácil tanto de encontrar como de ejecutar la visita. El detalle de la entrada se corresponde con el recuadro nº2 del plano:
La entrada ocupa el lugar exacto de la estrella. Consiste apenas en una abertura en forma circular de 2 metros escasos de radio. Se encuentra semitapada por un árbol caído,
el cuál habrá que sortear por debajo, casi arrastrándonos por el suelo. Una vez que se ha pasado este inconveniente tenemos acceso a una escalera rudimentaria que permite la bajada a la primera sala de la cueva.
Entrando un poco veremos varias opciones de continuación, la correcta prácticamente está guiada: subir por unos escalones de piedra, pasar por un marco de una puerta y subir, a mano izquierda, por un pequeño hueco en la pared. Accedemos a una parte que se veía desde abajo, de techos bajos y duros (testados con mi propia cabeza) y con un suelo irregular y en pendiente.
Seguiremos el curso de la cueva que, una vez descendido el tramo a la vista, dará acceso un poco más allá a la sala del lago.
Si nunca se ha estado en cuevas, es esta una visión espectacular. Será necesario concentrar todas las luces disponibles para poder ver en condiciones y también toda nuestra visión, pero merece la pena. Si se quiere cambiar el punto de vista es posible llegar a una playa que se ve al fondo a la izquierda. Para ello subiremos por una pendiente que hay a mano izquierda, ligeramente empinada y bastante resbaladiza y que nos conduce a un estrecho pasillo que habrá que hacer arrodillados.
El llegar a este punto nos regala con la vista del lado largo del lago, mostrando otra playa que se intuye al fondo y a la que se puede llegar... pero mojado.
Aguantamos allí dentro un rato, haciendo el juego de apagar todas las luces y, callados todos, escuchar... el silencio. Es una curiosa experiencia.
Salimos de la cueva desandando nuestros pasos y pensando ya que, si queríamos entrar en Akuandi, debíamos empezar a buscar para que no se hiciera muy tarde.
Entramos un poco al azar, en un quiebro del camino y resultó ser el acertado. No tenía claro si era el que elegimos o el siguiente, pero nos lo tomamos como un paseo por el bosque que tenía un aliciente extra: poder entrar en otra cueva.
La ubicación exacta es esta:
Aunque al comenzar a andar por el camino (no es una pista pero tampoco un sendero) no parezca que lleve a ningún lado, a apenas 800 metros desde el inicio, hay un poste indicador que asienta las esperanzas. La confirmación de que se va por el buen camino es la visión de unos troncos cortados poco antes del acceso a la cueva.
La entrada en esta ocasión es más estrecha y difícil de ver. Prácticamente hay que bajar los pies a ciegas, apoyándolos en las húmedas rocas. Se accede directamente a una antesala en pendiente descendiente y bastante resbaladiza, sin muchos apoyos.
Una vez que llegas abajo, existen dos posibilidades: seguir bajando hacia la derecha o continuar recto a la izquierda. Parece que hacia abajo no hay salida... y hacia la izquierda conduce a un tramo que hay que rapelar, lo que no hizo dar media vuelta. Que ¿por qué digo que hay que rapelar? ¿En qué me baso? En el segundo largo de caída que tuvieron las pilas de la linterna de uno de nosotros. Ese toc, toc, ..........toc, característico de los dibujos animados.
En vista de lo anterior decidimos dar media vuelta y salir de la cueva mientras comentábamos cómo sería la próxima vez que lo intentásemos.
De camino a la casa paramos pan en Zudaire, en busca de la farmacia que encontramos cerrada. Para cenar no hicimos la chuletada finalmente. Se había hecho tarde y no teníamos muchas ganas. Además para hacer lumbre había madera (en lugar de sarmientos) que necesita mucho tiempo al fuego hasta que se pueden usar las brasas. Por esto preparamos un menú rico en hidratos de carbono (pasta) y alguna otra cosa para acompañar.
La velada no se alargó mucho, a eso de las 3:30 de la mañana nos recogíamos los últimos. Para unos sendentarios como nosotros el día había resultado bastante cansado.
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Links de interés:
Para los que os animéis a visitar el Parque Natural Urbasa Andía y Lókiz y la Reserva Natural del Nacedero del Río Urederra, y la Merindad de Tierra Estella, os dejo estas Webs de interés turístico:
ResponderEliminarhttp://www.parquenaturalurbasaurederra.com
http://www.nacedero-riourederra.com
http://www.viaverde-vasconavarro.com
http://museodelatrufa-metautenlokiz.blogspot.com
http://quesosremiro-idiazabalurbasa.blogspot.com
http://estellalizarra-ciudadmedieval.blogspot.com
http://paradornacional-monasterioirache.blogspot.com/
http://embalsealloz-valleyerri-valleguesalaz.blogspot.com/
http://huevostrufados-trufatubermelanosporum.blogspot.com/