Nos llevamos una muy grata sorpresa cuando nos acercamos a cumplir con un deseo que Eva tenía desde hacía tiempo, andar en bici por el Parque Natural de Izki, en la parte más austral de Álava. Habíamos descubierto el Centro de BTT de Izki y queríamos ir a conocerlo y a rodar por sus pistas y senderos.
Nosotros quisimos probar la calefacción estática recién instalada en la furgo, así que nos acercamos hasta el parque la tarde anterior y cogimos sitio en el aparcamiento de la zona de recreo de Korres (coordenadas). Equipada con mesas, asadores, baños y duchas, zona de recogida de basuras y juegos infantiles, nos pareció una de las zonas mejor acondicionadas que hubiésemos visto. Nos quedamos en el punto del aparcamiento que más horizontal pudimos encontrar y nos pusimos a cenar, acompañados únicamente por otra furgo.
Poco después de acabar de cenar, preparamos la cama y encendimos la calefacción. Parecía que la prueba que queríamos hacerle iba a tener un buen escenario: la temperatura iba a bajar de los 0ºC esa noche.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Amanecimos con una bruma espesa agarrada en el fondo del valle después de una fría noche en la que pudimos dormir bastante bien. La humedad y el frescor de la mañana nos acompañaron en el desayuno y mientras preparábamos las bicis y las mochilas para salir. Para variar nos llevó un buen rato estar dispuestos para la acción.
Habíamos elegido la ruta 8, llamada Izki, de menos de 30 kilómetros y con unos asequibles 510 metros de desnivel, pero que al final acabaríamos complicando para variar.
Salimos desde el lugar en el que pasamos la noche y enseguida nos unimos al recorrido de la ruta 08 Izki. Los primeros kilómetros los hace pasando de una orilla a otra del río Izki, y la humedad y el frío calaban en nuestros huesos, aunque el camino nos gustó desde el principio. Grandes tramos de sendero fácil pero entretenido que aparecía alfombrado por las hojas caídas de los marojos.
La señalización de los itinerarios es abundante y muy clara. Y en los cruces aún se refuerza más.
El continuo sube y baja no resulta tan agotador contemplando el paisaje que presentan estos bosques y disfrutando de las divertidas sendas que los recorren. Así son las cosas hasta llegar a San Román de Campezo, donde paramos a comer un poco de fruta y a beber agua. El clima nos está respetando y, aunque se nota fresco a la sombra, el día es perfecto para andar en bici.
Seguimos dirección Bujanda y sin parar en el pueblo seguimos en dirección a Antoñana. Allí hacemos una breve parada para ver el vagón de tren del Centro de Interpretación de las Vías Verdes, que vemos cada vez que pasamos por la carretera.
Este es el punto clave en el que cometemos el fallo tonto del día que nos hace extraviarnos ligeramente. Seguimos dirección Atauri en busca del camino hacia Korres. Se trata de una pista fácil pero en continua ascensión que nos hace añadir 8 kilómetros a la salida.
Subsanado el error, de vuelta en Antoñana, elegimos ahora sí la ruta 05 Korres, para volver directamente al pueblo. Eva era más partidaria de deshacer el camino hasta Bujanda y completar la vuelta por la ruta 08, pero la convencí de que era mejor mi opción.
Y resultó ser la más corta... pero la más dura. En ese tramo en el que ya teníamos ganas de volver a la furgo a descansar, tuvimos que superar el mayor desnivel en ascenso de la jornada, con pendientes bastante fuertes. Parecía que nunca íbamos a dejar de subir y el cansancio mental superaba al cansancio físico en algunos momentos.
Pero finalmente llegó la bajada, prolongada y divertida, con variedad de terrenos. Y poco antes de llegar a Korres, teniendo ya la furgo a la vista, nuestro típico encuentro con la fauna autóctona, esta vez en forma de cabras con malas pulgas. ¡Qué estampa la nuestra cubiertos detrás de las bicis mientras las cabras pasaban a nuestro lado mirándonos raro!
Por fin acabamos la vuelta, cansados pero muy contentos y con ganas de volver pronto. Es impresionante todo lo que tiene que ofrecer el Parque Natural de Izki, no solo para el BTT sino como paraje natural.
Una buena sesión de estiramientos y algo de comer antes de partir de regreso a casa pensando en no dejar mucho tiempo antes de que volvamos a visitar esta zona.
DATOS DE LA RUTA:
PLANOS Y CROQUIS:
Plano en planta con el itinerario (incluyendo recorrido en el que nos perdimos):
Perfil del itinerario (incluyendo el recorrido en el que nos perdimos):
FOTOS DE LA RUTA:
ENTRADAS RELACIONADAS:
Nosotros quisimos probar la calefacción estática recién instalada en la furgo, así que nos acercamos hasta el parque la tarde anterior y cogimos sitio en el aparcamiento de la zona de recreo de Korres (coordenadas). Equipada con mesas, asadores, baños y duchas, zona de recogida de basuras y juegos infantiles, nos pareció una de las zonas mejor acondicionadas que hubiésemos visto. Nos quedamos en el punto del aparcamiento que más horizontal pudimos encontrar y nos pusimos a cenar, acompañados únicamente por otra furgo.
Poco después de acabar de cenar, preparamos la cama y encendimos la calefacción. Parecía que la prueba que queríamos hacerle iba a tener un buen escenario: la temperatura iba a bajar de los 0ºC esa noche.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Amanecimos con una bruma espesa agarrada en el fondo del valle después de una fría noche en la que pudimos dormir bastante bien. La humedad y el frescor de la mañana nos acompañaron en el desayuno y mientras preparábamos las bicis y las mochilas para salir. Para variar nos llevó un buen rato estar dispuestos para la acción.
Habíamos elegido la ruta 8, llamada Izki, de menos de 30 kilómetros y con unos asequibles 510 metros de desnivel, pero que al final acabaríamos complicando para variar.
Salimos desde el lugar en el que pasamos la noche y enseguida nos unimos al recorrido de la ruta 08 Izki. Los primeros kilómetros los hace pasando de una orilla a otra del río Izki, y la humedad y el frío calaban en nuestros huesos, aunque el camino nos gustó desde el principio. Grandes tramos de sendero fácil pero entretenido que aparecía alfombrado por las hojas caídas de los marojos.
La señalización de los itinerarios es abundante y muy clara. Y en los cruces aún se refuerza más.
El continuo sube y baja no resulta tan agotador contemplando el paisaje que presentan estos bosques y disfrutando de las divertidas sendas que los recorren. Así son las cosas hasta llegar a San Román de Campezo, donde paramos a comer un poco de fruta y a beber agua. El clima nos está respetando y, aunque se nota fresco a la sombra, el día es perfecto para andar en bici.
Seguimos dirección Bujanda y sin parar en el pueblo seguimos en dirección a Antoñana. Allí hacemos una breve parada para ver el vagón de tren del Centro de Interpretación de las Vías Verdes, que vemos cada vez que pasamos por la carretera.
Este es el punto clave en el que cometemos el fallo tonto del día que nos hace extraviarnos ligeramente. Seguimos dirección Atauri en busca del camino hacia Korres. Se trata de una pista fácil pero en continua ascensión que nos hace añadir 8 kilómetros a la salida.
Subsanado el error, de vuelta en Antoñana, elegimos ahora sí la ruta 05 Korres, para volver directamente al pueblo. Eva era más partidaria de deshacer el camino hasta Bujanda y completar la vuelta por la ruta 08, pero la convencí de que era mejor mi opción.
Y resultó ser la más corta... pero la más dura. En ese tramo en el que ya teníamos ganas de volver a la furgo a descansar, tuvimos que superar el mayor desnivel en ascenso de la jornada, con pendientes bastante fuertes. Parecía que nunca íbamos a dejar de subir y el cansancio mental superaba al cansancio físico en algunos momentos.
Pero finalmente llegó la bajada, prolongada y divertida, con variedad de terrenos. Y poco antes de llegar a Korres, teniendo ya la furgo a la vista, nuestro típico encuentro con la fauna autóctona, esta vez en forma de cabras con malas pulgas. ¡Qué estampa la nuestra cubiertos detrás de las bicis mientras las cabras pasaban a nuestro lado mirándonos raro!
Por fin acabamos la vuelta, cansados pero muy contentos y con ganas de volver pronto. Es impresionante todo lo que tiene que ofrecer el Parque Natural de Izki, no solo para el BTT sino como paraje natural.
Una buena sesión de estiramientos y algo de comer antes de partir de regreso a casa pensando en no dejar mucho tiempo antes de que volvamos a visitar esta zona.
DATOS DE LA RUTA:
- Distancia: 33 km.
- Desnivel: 1.043 m.
- Tiempo empleado: 4:43 h total | 3:25 h en movimiento.
- Cimas: ninguna.
- Dificultad: La ruta original es bastante fácil, sin tramos técnicos ni pendientes elevadas. La vuelta que dimos nosotros tiene pasajes de pendientes acusadas en el último tramo.
- Track GPS: link a Wikiloc (sin contar tramo en el que nos perdimos).
- INFO Centro BTT Izki: enlace web
PLANOS Y CROQUIS:
Plano en planta con el itinerario (incluyendo recorrido en el que nos perdimos):
Perfil del itinerario (incluyendo el recorrido en el que nos perdimos):
FOTOS DE LA RUTA:
La ruta original es 100% ciclable aunque nosotros echamos el pie al suelo en algún punto más húmedo.
ENTRADAS RELACIONADAS:
- Ascensión al Pico La Muela también en Izki.
- Al otro lado de la sierra de Cantabria, BTT por la sierra de Codés.
Precioso lugar que da mucho juego y tan cerca...Yo creo que las cabras se pesaron que las bicis eran compañeras suyas...Saludos.
ResponderEliminarke recorrido mas guapo y buenas fotacas, ya se ve en el perfil que la ultima subida se las traia
ResponderEliminarun saludo