sábado, 28 de marzo de 2009

Laguna negra, Soria 21/03/2009

Desplazamiento: Logroño - Laguna Negra (retorno igual)
Distancia: 139 km // Tiempo: 2 h // Consumo: 13 L
Combustible: 11,31 € // Peajes: 0,0 € // Total: 11,31 €
Itinerario VíaMichelín
Quizá debido al buen sabor de boca que nos quedase tras la primera vez que visitamos este lugar, repetimos experiencia, esta vez con más compañía, el fin de semana pasado.
Dimos un poco más de vuelta que el itinerario recomendado por VíaMichelín, bajando un poco más por la N-111 hasta pasar Almarza y entrar por la SO-820, 4 ó 5 kilómetros más allá. Circulamos por ella hasta la SO-830, justo antes de llegar a Vinuesa, y que habrá que abandonar hacia la izquierda en el momento que lleguemos a una bifurcación. No tiene pérdida porque está debidamente señalizado.
Dejamos los coches en el primer parking que te encuentras, y que era el único al que permitían acceso. Es el marcado aquí:


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De esta forma hay un paseo de aproximadamente un kilómetro en ascenso hasta la laguna, siguiendo la carretera hasta el parking 2 del mapa.


Hacía muy buen día y pudimos subir en mangas de camisa, pese a que nos encontramos el paisaje nevado.




Esto le daba una atmósfera completamente distinta a la que ya encontráramos en nuestra anterior visita.
La laguna aparecía cubierta de una gruesa capa de hielo que permitía caminar por encima.


Avanzamos hasta la parte baja de la cascada, punto en el cuál nos vimos obligados a suspender la marcha por no disponer de material adecuado, ya que la capa de nieve


se hacía difícil de franquear sin él. Si la nieve no estuviera presente se puede trepar por los laterales de la cascada hasta la parte alta,


o bien seguir un sendero que asciende por la izquierda de la misma, muy empinado pero que no precisa echar las manos al suelo.
Comimos en el parking todo lo que habíamos llevado


y bajamos a tomar un café a Vinuesa, en una cafetería que se encuentra nada más cruzar el puente sobre el río Revinuesa, a mano derecha. Es muy probable encontrarse con moteros en la terraza, que se toman el refrigerio después de una ruta con al moto.
La vuelta para casa tranquila y por el mismo camino.


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miércoles, 25 de marzo de 2009

Torrecilla en Cameros 14/03/2009

Desplazamiento: Logroño - Torrecilla (retorno igual)
Distancia: 31 km // Tiempo: 0,5 h // Consumo: 2,5 L
Combustible: 2,15 € // Peajes: 0,0 € // Total: 2,15 €
Itinerario VíaMichelín
Aprovechamos el cumpleaños de un amigo, que estaba por la península, para preparar una parrillada, que hacía mucho tiempo que no nos pegabamos ninguna. Para no darnos la paliza, bajamos a Torrecilla en Cameros, que queda a media hora por la carretera de Soria (N-111).
Quedamos pronto porque nuestra costumbre es no llevar nada preparado y teníamos que comprar la carne, localizar la parrilla, conseguir gavillas... Para bien que llegábamos a Torrecilla era casi la una de la tarde.
Preguntamos en una carnicería si habría algún problema en asar en Ribabellosa y nos dijeron que era mejor ir a los asadores que hay encima del pueblo, que se encuentran donde señala la marca azul:

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Antes de ir a este punto, pasamos por la citada colonia de Ribabellosa. Es un lugar en el que se acogen (o acogían) campamentos y dotado de campos de futbol, frontón, canchas de baloncesto, areas recreativas,... Además, desde aquí, se inician, y terminan, varios paseos por los bosques de la zona, bastante fáciles y no muy largos.
Encontramos los asadores vacíos, con la única presencia por la zona, de un rebaño de ovejas pastando en los campos cercanos.
Asar, comer, echar un café en el pueblo y volver para casa. No dió tiempo para mucho más.
Bueno, para una cosa más: probar la nevera enchufada en las tomas de mechero de la 2ª batería de la furgo. Valoración: 5 estrellas.


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martes, 17 de marzo de 2009

Ordino, Andorra (y V)

DÍA 5: Ordino - Logroño
Distancia: 484 km // Tiempo: 6 h // Consumo: 46 L
Combustible: 39,56€ // Peajes: 0,00€ // Total: 39,56€
Itinerario VíaMichelín
Hoy si que no tuvimos prisa para levantarnos. La justa para no quedarnos sin desayunar, digamos que nos pondríamos de pie a eso de las 9:30 para bajar directamente al comedor.
Desde luego seguí el hábito que tuve todos los días en el hotel: desayunar huevos con bacon y una tostada con mantequilla y mermelada.
Había caras nuevas en las mesas, gente que había llegado la noche anterior para pasar el fin de semana en la zona. Nos daban envidia. Queríamos seguir allí. Habían sido cuatro días tan relajados y tan relajantes.
Poco más teníamos que hacer allí y, como queríamos intentar aprovechar el día, nos pusimos a hacer las maletas tranquilamente y nos dimos una ducha antes de salir.
Finalmente no pasamos ese día en Andorra la Vella y creo que fue una buena decisión. Al circular por las calles de la capital del Principado


se veía bastante tráfico pero no parecía nada anormal. Sin embargo, en las afueras la cosa pintaba diferente: la fila de coches llegaba hasta bastante más allá de la frontera.
¡Hablando de la frontera! Nos pararon... y nada más. El guardia civil nos pidió que abriésemos el maletero y preguntó si sacábamos alcohol o tabaco. Le dimos una negativa y al mirar al interior y ver todos los bártulos que transportábamos (equipos de snow, caja con comida, maletas, portátil, sacos,...) se le quitaron las ganas de inspeccionar más a fondo.
No volvimos a desaprovechar nuestro paso por el pantano de Oliana, como ya hicimos en el viaje de ida. Nos detuvimos y sacamos un par de fotos, aunque, lamentablemente, ese día la luz no acompañaba y poco pudimos hacer.




Desde allí hasta casa no hicimos más paradas, salvo para cambiar de conductor. Variamos el itinerario de regreso con respecto al de la ida. Bajamos hasta Lleida siguiendo, respectivamente, la C-14, la C-26 y la C-13, al revés de como lo habíamos hecho 4 días antes. El cambio más significativo vendría aquí, en el tramo hasta Zaragoza, que en esta ocasión haríamos directamente por la Autopista del Nordeste (AP-2) que es absolutamente gratis y por la que circulamos un tiempo por delante de una T3 verde muy bonita.
En la zona de Zaragoza nos perdimos (asumo toda la culpa, para ser sinceros) como ya era una tradición en los viajes que yo hacía con mi familia a Peñíscola y Benidorm.
De Zaragoza a Logroño quisimos probar la carretera nacional (N-232), que conocía de sobra, ya que no teníamos prisa alguna. Craso error. No por la carretera sino, quizás, por el momento de entrar en ella, ya que unos kilómetros más adelante encontramos un hombre que circuló en todo momento a 70~80km/h incluso en recta. Y, para más INRI, no encontramos ni una sola línea discontinua para poder adelantar en los 15 ó 20 kilómetros que lo llevamos delante.
Llegamos a casa a eso de las 16:30 sin haber comido en condiciones y como no teníamos muchas ganas de ponernos a manchar cacharros, ingerimos la última comida del viaje en forma de kebab.



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miércoles, 4 de marzo de 2009

Ordino, Andorra (IV)

Día 4: Pal
Después de la paliza del día anterior, no quisimos madrugar mucho. Bajamos a desayunar tranquilamente mientras sopesábamos las opciones de snow disponibles. Según al parte al que tuvimos acceso de primera mano:
  • Sector Pal: abierto un 75% aproximadamente.
  • Sector Arinsal: abierto un 10% aproximadamente.
  • Sector Arcalis: abierto un 25% aproximadamente.
Aunque nos apetecía probar Arcalis, que teníamos entendido que daba más juego para el snowboard, no tenía mucho sentido subir ya que ese 25% se correspondía con unas 7-8 pistas escasas. Además el trayecto a Pal estaba mucho mejor que el de Arcalis.
Así las cosas preparamos los equipos, quitamos un poco más de nieve de encima de la furgo

y nos fuimos con ella hasta La Massana. Volveríamos a coger el huevo allí, porque supone una posibilidad más cómoda que subir hasta la estación con el coche.

Nuevamente hicimos uso de un vale 2x1 para obtener los forfaits, ahorrándonos así 36€ más (ya teníamos la tarjeta con lo que no hubimos de pagar los 3€ que cuesta).
Al llegar arriba, a la estación, ya se puede ver cómo hay más gente que el día anterior. Mejores condiciones climatológicas, las noticias enseñando el paquetón recién caído y el pre-finde, animaron a mucho a darse una vueltita por las pistas.
Enseguida nos dispusimos a ir a la parte alta, al Pic del Cubil. Para ello, iniciamos el día bajando por El Beç() y cogiendo el telesilla La Serra hacia El Gall(). Llegaríamos al pico montados en el telesilla El Cubil.
Desde allí estuvimos tentados de pasar al sector Arcalis, pero se accede a él mediante un remonte (una percha) y no somos muy duchos en la materia. Aparte de este gran handicap, el hecho de que pocas eran las pistas que podíamos disfrutar en él, con que lo mejor era quedarse uno donde estaba.

Descendimos por La Tossa() y El Coms() hacia Cubil(), pasando por un par de fuera pistas en los que nos quedaríamos casi atrapados. Más de medio metro de nieve encima de las tablas y a hacer mucha fuerza para conseguir salir.
Como parecía que no íbamos a tener energía como para aguantar esas condiciones todo el día intentamos hacer solo pistas y estuvimos unas horas en la mitad alta de la estación.
En lugar de hacer una parada larga a comer, hicimos varias cortas en las que íbamos picando un poco de lo que teníamos: fruta, barritas y un bocadillo que compramos en la cafetería de Pla de la Cot, a más de 4€ la unidad, insultántemente pequeña ella.
A pesar de habernos propuesto el ir tranquilos, llevábamos toda la mañana picándonos el uno al otro con saltos, giros, paredes, manuals (que debo decir, aunque no lo reconoceré en público, que Eva saca más largos que yo). Por eso andábamos un poco engorilaos y ninguno de los dos quería decir basta.

Finalmente recogimos los trastos subiendo en el último telesilla que dejaban ir hacia arriba y repitiendo por enésima vez esa tarde la pista de El Besurt II(), que tal y como estaba la nieve daba muchísimo juego


como se aprecia en el video de Eva haciendo sendos frontsides.
A la vuelta dejamos las tarjetas, reembolsándonos los 6€ por las dos y regresamos al parking a por la furgo, que esperaba de esta guisa

Como habíamos comprado un ticket para el aparcamiento en las ventanillas de la estación (sale rentable a partir de que permaneces 7 horas aparcado y cuesta unos 9€) nos quedamos en La Massana a echar una cañita antes de volver al hotel. Entramos en un bar que habíamos visto un par de días antes y que tomaba el nombre prestado de un bar muy famoso en la televisión de los 80: Cheers.
Para ser sinceros no quedamos muy halagados con el lugar. La chica que estaba tras la barra tardó más de 3 minutos en venir a atendernos porque estaba tomándose una cerveza con tres chicos que le calentaban... la cabeza, para luego acercarse y no ser muy amable precisamente.
Llegamos al hotel con tiempo para poco más que ducharnos y bajar a la última cena que tendríamos allí.
La verdad... no recuerdo la película de esa noche.


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