viernes, 27 de abril de 2012

Invernal cara Norte San Lorenzo (2.272m)

Este fin de semana pasado, habiéndose terminado la temporada de esquí sin que hayamos pisado la nieve con las tablas en los pies, volvimos al San Lorenzo para practicar nuestra técnica con los crampones y el piolet.


Nos acercamos hasta el aparcamiento de la estación de esquí de Valdezcaray el viernes por la noche, junto con Roberto y Abraham, para hacer noche en las furgos y poder entrar por la mañana temprano. Durante la semana había caído bastante nieve, pero para el fin de semana se esperaba lluvia y temperaturas más altas, con lo que cuanto antes estuviésemos pisando nieve, mejor la íbamos a encontrar.
La carretera de acceso a la estación se encuentra en pésimas condiciones, con grandes agujeros en el firme. Una vez superada, intentamos colocarnos en algún lugar que nos protegiese del frío por la noche, pero no lo elegimos muy bien. El frío no se nota con la calefacción, pero fue bastante difícil pegar ojo con el fortísimo viento que soplaba... por lo menos para algunos.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
A las 7:30 ya estábamos todos de pie y para las 8:40 nos poníamos en marcha después de un buen desayuno y de haber considerado posibilidades. Como el día no amaneció muy prometedor, decidimos subir algo de material, más para practicar que por si nos fuese a resultar necesario.
Coincidimos a la salida con un par de grupos que subían con los esquíes de travesía y avanzamos paralelamente subiendo al inicio por las pistas. La nieve, que estaba pisada, no había congelado y se encontraba bastante húmeda y blanda. La niebla enseguida empezó a hacerse más densa y dejamos de ver más allá de 20-25 metros de nuestra posición.
Decidimos seguir por debajo del telesilla de Rehoyo, para amenizar un poco el ascenso que por la pista estaba siendo bastante aburrido. Al salir a tramos no pisados, el avance comenzó a ser más pesado al hundirnos hasta las rodillas en la nieve.
Al llegar a la pista de Colocobia, decidimos subir un poco por ella para ver si podíamos hacer algún corredor de la cara Norte del San Lorenzo. Hacia ella giramos poco después de la cuarta pilona del telesilla, guiándonos de lo que podíamos recordar del monte en días claros.
Roberto y Abraham, que iban en cabeza, encaminaron directos hacia arriba y después corregimos un poco hacia la izquierda, en busca de los grandes tubos que se forman en esta cara. Sin embargo no conseguimos dar con ellos, encontrando a cambio un estrecho corredor que parecía empinar bastante. En la base del mismo optamos por no poner crampones ni asegurar con la cuerda, ya que el estado de la nieve era bueno para progresar. Éste fue el paso más bonito de la vía, encajonado entre dos grandes rocas y con un pequeño resalte en el que había que trepar.
Continuamos con una pendiente rondando los 45º con nieve pesada y poco compacta que nos metía hasta la cintura. Una niebla meona nos iba calando hasta los huesos, llevando los Gore Tex completamente calados por afuera.
En un momento dado, avanzamos en horizontal, haciendo una ligera travesía en la que el manto ganaba dureza, y decidimos ponernos los crampones para continuar con más garantías (y para no solo pasearlos en la mochila). Además, Eva y Abraham se encordaron para darle un poco de seguridad a ella. Rápido llegamos a la salida hacia el cordal NO, que presentaba una pequeña cornisa de nieve que le dio algo de emoción a la fácil subida.
En este punto el viento era muy fuerte, siendo lo que más nos incomodaba en el tramo que nos separaba de la cima del San Lorenzo. En ella coincidimos con varios grupos y nos cobijamos en el refugio comentando historias y compartiendo viandas.
En la bajada del cono cimero, la niebla se hizo muy densa y el frío, al salir de la cabaña, se percibía más intensamente. En 10 minutos llegamos a la pista de Campos Blancos y nos encaminamos hacia la cumbre del Cabeza Parda, con 2.106 metros de altura. Sin ninguna dificultad en su ascenso, permitió alargar un poco la ruta y tachar otra de las cimas de La Rioja.
Completamos el descenso hasta las furgos rápidamente, con alguna metida de pata en riachuelos o tocando el barro en algún cortado. Nos cambiamos de ropa, que estaba empapada y recogimos todo el material. Bueno yo no pude completar estos dos pasos como los demás, ya que me dejé gran parte de la ropa de recambio.
Acabamos la jornada echando una caña en Ezcaray, con un calorcito amodorrante, antes de volver a Logroño.


DATOS DE LA RUTA:
  • Distancia: 7,7 km | Corredor de 250 m
  • Desnivel: 820 m
  • Tiempo empleado: 5:50 h total | 3:05 h en movimiento
  • Cimas: San Lorenzo (2.272m), Cabeza Parda (2.106m)
  • Material: Crampones y piolets. Cuerda de 30 m, friends y tornillos de hielo, dependiendo de las condiciones de la nieve
  • Dificultad: Solo en el tramo del corredor de la cara Norte se ecuentran pendientes rondando los 45º y un pequeño resalte que puede estar cubierto según la nieve acumulada. El acceso al cordal puede llegar a los 60º.
  • Track GPS: enlace a Wikiloc.

PLANOS Y CROQUIS:
Plano en planta con el itinerario


Ascenso cara Norte San Lorenzo.


El corredor más de cerca.

El ascenso al Cabeza Parda no presenta ninguna dificultad por lo que no se muestra croquis.

FOTOS DE LA RUTA:

Nuestro hotel de esa noche, con viento y goteras.

El día amanece cubierto, húmedo y con bastante viento.

Tras la primera rampa de calentamiento, nos plantamos en la cota 1.620.

No somos los únicos que quieren pisar el San Lorenzo.

Avanzamos por fuera de pista, cruzando nieve blanda.

Las huellas son evidentes a nuestro paso.

Breve parada junto a una pilona del telesilla de Rehoyo.

Roberto viene a la zaga, ya visiblemente empapado.

Punto en el que abandonamos Colocobia para ascender por la cara Norte en busca de "algo".

Abraham abriendo huella mientras la pendiente va cogiendo inclinación.

Eva y yo aprovechando la marca dejada por lo toros del grupo.

Eva con cara de pasarlo bien, para variar.

Acercándonos a la base del corredor a investigar su estado.

Abraham y Roberto pasando el corredor bajo la atenta mirada de Eva.

Los tres seguidos metidos en harina.

Eva y yo superando el tramo más estético de la vía.

En el que se encuentra este pequeño resalte, en el que hubo que trepar un poco.

Salimos por arriba, casi con pena por dejarlo atrás.

Pendientes elevadas a partir de ese punto aunque con buen terreno para progresar.

Unos preparamos la cuerda para utilizarla...

... mientras otros se dedican a sus cosas.

Eva superando la pequeña cornisa de nieve.

Cima del San Lorenzo a 2.272 m.

Descendiendo hacia la pista de Campos Blancos en busca del Cabeza Parda.

Nos desvíamos a la altura del collado Artaza para coronar otro dosmil.

Cima del Cabeza Parda a 2.106 m.

Descendiendo en dirección Sur al collado Ormazal.

Descenso directo por pistas hacia el parking.

Esto es lo que se llama "tres patas pa' un banco".


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lunes, 23 de abril de 2012

Arista Normal a Urrestei (625m)

Como continuación del curso de crestas que empezamos con la arista E de Peña Alta (enlace a JonyMao Travel), el siguiente paso tenía que ser algo más ambicioso subiendo el nivel de técnica y necesidad de aseguramiento. Por consejo del magnífico guía, David, la actividad elegida fue la vía Normal a Urrestei.


Como lo hacemos en el día, sin pasar noche allí, quedamos temprano con David y con Javi, ya que el viaje nos lleva cerca de hora y media desde Logroño. Poco antes de llegar al destino, paramos en Urkiola, para tener una visión general del objetivo del día desde un mirador que hay muy cerca de la carretera. La vista del macizo del Untzillatx impresiona, pensando en que pronto estaremos encaramados a sus rocas.
El acceso a la base de la vía normal hacia Urrestei se puede emprender por varios puntos. En nuestro caso dejamos la furgo en una pequeño apartado en la carretera BI-623 junto a un edificio (coordenadas). Es habitual también, dejar el vehículo en las proximidades de la cantera de Atxarte y hacer todo el camino ascendente hacia la base.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
En unos 45 minutos nos plantamos en la base de la vía, tras habernos acercado a la zona por donde haremos los rapeles de bajada de la cima. Comemos y bebemos un poco para no tener problemas, y nos colocamos todos los aperos de trabajo. Javi y David harán una cordada y Eva y yo formaremos otra. Intentaremos subir en paralelo para que David pueda ir supervisando todos nuestros movimientos.
El primer largo lo hago yo. Eva prefiere calentar antes de subir de primera. Es un largo de IV, con buenos agarres y algo inclinado, perfecto para meter los seguros sin tener que forzar demasiado. La roca es buena y adherente y puedo hacerlo sin mucha demora, pese a que siempre suelo ser muy miedoso los primeros metros de cada día de escalada.
La R1 se monta perfectamente en una encina que hay en medio de la vía, indentificable sin problemas gracias a la peculiaridad de su tronco dividido en dos. Es un sitio muy apropiado, con suficiente espacio y muy fiable. En cuanto monto toda la instalación, doy el aviso a Eva para que comience a subir.
Aunque se veía nerviosa al principio, sube el largo rapidísimo y sin ningún problema. Solo nota (igual que yo) la diferencia de subir con mochila, lo que cambia mucho los pesos y la posición escalando. Con su llegada a la reunión, cometo el primer error de la jornada (para eso estamos aprendiendo) al tocar su anclaje a la misma. He soltado el mosquetón de su baga para anclarlo en otro punto más cómodo. Pese a la buena voluntad de mi acto, jamas se debe tocar la cuerda y material de otro escalador. Cada uno debe manipular su material para tener plena consciencia de qué se hace y cómo se deja la instalación.
Con el rojo vergüenza subido, aseguro a Eva que va a darse el siguiente largo. Nos viene por delante una largo tramo de arista que combina pasos de II y III y que preferimos hacer a largos en lugar de en ensamble para practicar todo lo que podamos. Así que sale hacia arriba rauda y poniendo seguros cada 4 o 5 metros. La verdad que al final del día demostró que sus seguros quedaban bastante mejor metidos que los mios... tengo que entrenar esto un poco.
Avanzamos lentamente, perdiendo todo el tiempo del mundo. El que va de primero coloca todo el material que puede, intentando variar los sistemas entre friends, fisureros, puentes de roca, troncos, gendarmes,... No se trata de hacer la cresta sino de ver todo lo que podemos hacer en este terreno.
Finalmente llegamos al paso duro de la vía, el que salva los últimos 20 metros de desnivel y que está cotado de V. Es una fisura bastante ancha y levemente desplomada, que se protege con un par de clavos que hay en su base.
Nosotros hemos llegado aquí un poco justos de tiempo si queremos bajar de día, y decidimos que lo mejor es que David salga con las cuerdas y haga el paso hasta arriba. Desde allí nos asegurará a todos: Javi y Eva irán en una cuerda y yo iré por la otra, situado entre ambos.
Todos sudamos en el paso clave. Cambia completamente el grado que veníamos teniendo y es algo feo, a lo que se suma el peso de la mochila que tira hacia atrás. Eva, que además tiene que retirar un fisurero que David ha colocado por precaución, sufre mucho para recuperarlo y acabar el tramo.
Para llegar a la cima del Urrestei y acceder a la zona de rápeles, aún nos queda salvar una travesía por una vira herbosa muy sencilla, pero comprometida y atractiva. No perdemos mucho tiempo en celebraciones, se nos acaba la luz natural y quedan 60 metros de descenso y la vuelta al coche.
La instalación para rapelar está en perfecto estado y comienza en la base del pico cimero. Nosotros, ya que hemos recogido una cuerda para ir ganando tiempo, hacemos el descenso usando las dos instalaciones montadas, con lo que salen 2 rápeles de 30 metros. El primero, más vertical, nos deja algo a la derecha del equipamiento del segundo, con lo que tenemos que destrepar unos metros para llegar a la salida de éste. Dependiendo de las prisas y la valentía de cada uno, se puede hacer un destrepe directo hasta la base obviando el segundo rápel.
Al final, hacemos con muy poca iluminación este tramo y la vuelta al coche es posible gracias a la luz de los frontales. Nuevo día muy bien aprovechado y lleno de cosas interesantes que aprender.


DATOS DE LA RUTA:
  • Distancia: 3,5 km | Arista de 200m
  • Desnivel: 250m
  • Tiempo empleado: 6 h (total, debido a la práctica con cuerdas) | Aprox: 45' | Regreso: 30'
  • Cimas: Urrestei (625 m)
  • Material: Cuerda de 60 m mínimo (rápeles de 30 m). Friends y fisureros medios. Cintas cosidas de varios tamaños.
  • Dificultad: D inf. Primer largo de IV y último de V (se puede hacer por chimenea izquierda de IV+). Resto en tramos de II/III que pueden hacerse en ensamble. Descenso mediante 2 rápeles equipados de 30 m (o rápel de 30 m + destrepe) desde la base de la cima.

CROQUIS:
Ascenso
Descenso

FOTOS DE LA RUTA:

Vista de Untzillatx desde el mirador de Urkiola.

Arista SE a Urrestei al completo, vista desde el mirador de Urkiola.

Preparando el material que nos vamos a llevar.

Vistiéndonos en la base de la vía.

Inicio de la normal a Urrestei. David y yo en el largo de IV.

Javi entrando a la vía.

R1 montada en el tronco de una encina.

Eva en una de las reuniones intermedias que montamos para practicar.

Saliendo de la reunión por una placa tumbada con buenos agarres (II).

Eva y yo escalando a la par en la normal a Urrestei.

Es fácil encontrar agujeros en los que meter seguros y montar reunión.

También pueden montarse sobre gendarmes de roca, previa comprobación de su consistencia.

Y el espacio en ellas es abundante si lo buscas.

Eva avanzando de primera en uno de los largos intermedios.

Yo sigo la ruta que acaba de montar mientras me asegura desde arriba.

Javi y yo de segundos de cordada, tras los pasos de David y Eva.

Javi, David y Eva en la SE a Urrestei.

Eva posando con el banderín de Landher, para presentar la foto al sorteo de material deportivo.

La normal a Urrestei tiene tramos con gran ambiente.

David hacia el paso clave (V/V-) de la SE a Urrestei.

Superando la desplomada fisura que le da dificultad a la vía.

Javi metido en harina y yo iniciando el acercamiento, mientras David nos asegura desde arriba.

Yo superando el paso de V y Javi retratándolo. Se puede ver que resulta algo raro (y feo).

Así se veía desde su posición. Eva, abajo, espera su turno sin saber lo que tendrá que sufrir.

Así se le quedó la cara una vez que se quitó el paso (y la extracción del fisurero) de encima.

El esfuerzo nos obsequia con estas vistas hacia Alluitz.

Pequeña travesía fácil de camino a la cima.

Que nosotros aseguramos desde este fantástico mirador.

Llegamos a la cima con la luz justa para emprender el descenso. Aún no ha acabado la salida.

Pero tener el sol tan bajo nos deja buenas imágenes hacia el Este. ¿Os recuerda a algo la imágen?

Recogiendo la cuerda en la cima, para hacer el rápel con una sola.

Javi al comienzo del primer rápel.

Yo, descendiendo el mismo pero un poco más abajo.


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