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martes, 17 de marzo de 2009

Ordino, Andorra (y V)

DÍA 5: Ordino - Logroño
Distancia: 484 km // Tiempo: 6 h // Consumo: 46 L
Combustible: 39,56€ // Peajes: 0,00€ // Total: 39,56€
Itinerario VíaMichelín
Hoy si que no tuvimos prisa para levantarnos. La justa para no quedarnos sin desayunar, digamos que nos pondríamos de pie a eso de las 9:30 para bajar directamente al comedor.
Desde luego seguí el hábito que tuve todos los días en el hotel: desayunar huevos con bacon y una tostada con mantequilla y mermelada.
Había caras nuevas en las mesas, gente que había llegado la noche anterior para pasar el fin de semana en la zona. Nos daban envidia. Queríamos seguir allí. Habían sido cuatro días tan relajados y tan relajantes.
Poco más teníamos que hacer allí y, como queríamos intentar aprovechar el día, nos pusimos a hacer las maletas tranquilamente y nos dimos una ducha antes de salir.
Finalmente no pasamos ese día en Andorra la Vella y creo que fue una buena decisión. Al circular por las calles de la capital del Principado


se veía bastante tráfico pero no parecía nada anormal. Sin embargo, en las afueras la cosa pintaba diferente: la fila de coches llegaba hasta bastante más allá de la frontera.
¡Hablando de la frontera! Nos pararon... y nada más. El guardia civil nos pidió que abriésemos el maletero y preguntó si sacábamos alcohol o tabaco. Le dimos una negativa y al mirar al interior y ver todos los bártulos que transportábamos (equipos de snow, caja con comida, maletas, portátil, sacos,...) se le quitaron las ganas de inspeccionar más a fondo.
No volvimos a desaprovechar nuestro paso por el pantano de Oliana, como ya hicimos en el viaje de ida. Nos detuvimos y sacamos un par de fotos, aunque, lamentablemente, ese día la luz no acompañaba y poco pudimos hacer.




Desde allí hasta casa no hicimos más paradas, salvo para cambiar de conductor. Variamos el itinerario de regreso con respecto al de la ida. Bajamos hasta Lleida siguiendo, respectivamente, la C-14, la C-26 y la C-13, al revés de como lo habíamos hecho 4 días antes. El cambio más significativo vendría aquí, en el tramo hasta Zaragoza, que en esta ocasión haríamos directamente por la Autopista del Nordeste (AP-2) que es absolutamente gratis y por la que circulamos un tiempo por delante de una T3 verde muy bonita.
En la zona de Zaragoza nos perdimos (asumo toda la culpa, para ser sinceros) como ya era una tradición en los viajes que yo hacía con mi familia a Peñíscola y Benidorm.
De Zaragoza a Logroño quisimos probar la carretera nacional (N-232), que conocía de sobra, ya que no teníamos prisa alguna. Craso error. No por la carretera sino, quizás, por el momento de entrar en ella, ya que unos kilómetros más adelante encontramos un hombre que circuló en todo momento a 70~80km/h incluso en recta. Y, para más INRI, no encontramos ni una sola línea discontinua para poder adelantar en los 15 ó 20 kilómetros que lo llevamos delante.
Llegamos a casa a eso de las 16:30 sin haber comido en condiciones y como no teníamos muchas ganas de ponernos a manchar cacharros, ingerimos la última comida del viaje en forma de kebab.



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miércoles, 4 de marzo de 2009

Ordino, Andorra (IV)

Día 4: Pal
Después de la paliza del día anterior, no quisimos madrugar mucho. Bajamos a desayunar tranquilamente mientras sopesábamos las opciones de snow disponibles. Según al parte al que tuvimos acceso de primera mano:
  • Sector Pal: abierto un 75% aproximadamente.
  • Sector Arinsal: abierto un 10% aproximadamente.
  • Sector Arcalis: abierto un 25% aproximadamente.
Aunque nos apetecía probar Arcalis, que teníamos entendido que daba más juego para el snowboard, no tenía mucho sentido subir ya que ese 25% se correspondía con unas 7-8 pistas escasas. Además el trayecto a Pal estaba mucho mejor que el de Arcalis.
Así las cosas preparamos los equipos, quitamos un poco más de nieve de encima de la furgo

y nos fuimos con ella hasta La Massana. Volveríamos a coger el huevo allí, porque supone una posibilidad más cómoda que subir hasta la estación con el coche.

Nuevamente hicimos uso de un vale 2x1 para obtener los forfaits, ahorrándonos así 36€ más (ya teníamos la tarjeta con lo que no hubimos de pagar los 3€ que cuesta).
Al llegar arriba, a la estación, ya se puede ver cómo hay más gente que el día anterior. Mejores condiciones climatológicas, las noticias enseñando el paquetón recién caído y el pre-finde, animaron a mucho a darse una vueltita por las pistas.
Enseguida nos dispusimos a ir a la parte alta, al Pic del Cubil. Para ello, iniciamos el día bajando por El Beç() y cogiendo el telesilla La Serra hacia El Gall(). Llegaríamos al pico montados en el telesilla El Cubil.
Desde allí estuvimos tentados de pasar al sector Arcalis, pero se accede a él mediante un remonte (una percha) y no somos muy duchos en la materia. Aparte de este gran handicap, el hecho de que pocas eran las pistas que podíamos disfrutar en él, con que lo mejor era quedarse uno donde estaba.

Descendimos por La Tossa() y El Coms() hacia Cubil(), pasando por un par de fuera pistas en los que nos quedaríamos casi atrapados. Más de medio metro de nieve encima de las tablas y a hacer mucha fuerza para conseguir salir.
Como parecía que no íbamos a tener energía como para aguantar esas condiciones todo el día intentamos hacer solo pistas y estuvimos unas horas en la mitad alta de la estación.
En lugar de hacer una parada larga a comer, hicimos varias cortas en las que íbamos picando un poco de lo que teníamos: fruta, barritas y un bocadillo que compramos en la cafetería de Pla de la Cot, a más de 4€ la unidad, insultántemente pequeña ella.
A pesar de habernos propuesto el ir tranquilos, llevábamos toda la mañana picándonos el uno al otro con saltos, giros, paredes, manuals (que debo decir, aunque no lo reconoceré en público, que Eva saca más largos que yo). Por eso andábamos un poco engorilaos y ninguno de los dos quería decir basta.

Finalmente recogimos los trastos subiendo en el último telesilla que dejaban ir hacia arriba y repitiendo por enésima vez esa tarde la pista de El Besurt II(), que tal y como estaba la nieve daba muchísimo juego


como se aprecia en el video de Eva haciendo sendos frontsides.
A la vuelta dejamos las tarjetas, reembolsándonos los 6€ por las dos y regresamos al parking a por la furgo, que esperaba de esta guisa

Como habíamos comprado un ticket para el aparcamiento en las ventanillas de la estación (sale rentable a partir de que permaneces 7 horas aparcado y cuesta unos 9€) nos quedamos en La Massana a echar una cañita antes de volver al hotel. Entramos en un bar que habíamos visto un par de días antes y que tomaba el nombre prestado de un bar muy famoso en la televisión de los 80: Cheers.
Para ser sinceros no quedamos muy halagados con el lugar. La chica que estaba tras la barra tardó más de 3 minutos en venir a atendernos porque estaba tomándose una cerveza con tres chicos que le calentaban... la cabeza, para luego acercarse y no ser muy amable precisamente.
Llegamos al hotel con tiempo para poco más que ducharnos y bajar a la última cena que tendríamos allí.
La verdad... no recuerdo la película de esa noche.


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sábado, 21 de febrero de 2009

Ordino, Andorra (III)

Día 3: Pal
Aunque parecía que hoy no iban a abrir las pistas debido a la cantidad de nieve acumulada, finalmente Pal queda abierta al público en sus cotas bajas y nos animamos a subir porque el mono empieza a notarse.
Desayunamos a una hora prudente y nos preparamos en la habitación porque no podremos llevar la furgo. Elegimos acercarnos hasta la parada de autobús y cogerlo hasta La Massana, desde donde se accede al sector de Pal mediante un telecabina. El forfait no es nada barato acorde a los kilómetros esquiables de la estación y mucho menos con la cantidad de ellos abiertos, sale a 36€ el forfait mas los 3€ de la tarjeta (a reembolsar) y los 3,60€ del seguro. No obstante a nosotros nos sale más barato ya que llevamos un vale de 2x1, obtenido a través del club Vallnord.


Aunque hay mucha nieve como para bajar cómodamente, el clima es inmejorable: soleado y muy poco frío. Y el paisaje acompaña, nos hipnotiza nada más salir del huevo y acceder a la estación. Montaña y nieve mires a donde mires. Tanta grandeza que te hace sentir humilde.
Superada la primera sensación embriagadora, ajustamos el equipo, calentamos un poco y vamos hacia las pistas. Empezamos con El Planell () para calentar pero tiene tan poco inclinación que no permite casi calentar los músculos así que nos vamos más hacia abajo por El Beç (). Nos encontramos la nieve muy suelta, no fue tratada por la mañana, y se hace pesado bajar.


Para ir viendo un poco la estación tomamos el telesilla de La Carbonera y bajamos paralelos a él, por Els Avets (), que discurre entre estos árboles, los abetos. después hacemos lo propio con el telesilla La Serra II, que te deja en el pico Pla de la Cot y hacemos bajada por El Besurt II ().
Después de pasar la mañana en ese entorno y mientras estábamos comiendo en la cafetería de Pla de la Cot (a razón de unos 8,5€ dos caldos y una ración de patatas), observamos un cierto revuelo entre los esquiadores. El motivo era la apertura de un nuevo telesilla, el de El Cubil, que daba acceso a nuevas pistas partiendo del pico Pic del Cubil.
Aceleradamente nos preparamos y bajamos por El Gall
() hasta el punto de partida del citado telesilla. La vista desde Pic del Cubil era así de bonita


Hicimos las pistas de La Serra
(), Cubil () y Coms (). La primera de ellas estaba en unas condiciones buenísimas de nieve, sin el paquetón tan pesado que había por el resto de la estación.
Estuvimos hasta la hora del cierre, habiendo hecho otra parada para tomar un Acuarius, y el cansancio empezaba a notarse.
Una vez en casa, aprovechando la indumentaria que llevábamos puesta, retiramos parte de la nieve acumulada sobre la furgoneta, que el personal del hotel ya había dado por perdida.
La verdad es que nos pasamos con el esfuerzo y tuvimos que hacer una siesta después de la ducha y hasta la hora de la cena.
Vimos un poco del teatrillo que tenían montado los chavales franceses y sus profesores (yo no sé quién se lo pasaba mejor) mientras estirábamos la cervecita de la cena sentados en los sofás del salón del hotel.
Esa noche tocó 7 almas, que me gustó mucho para lo poco (muy poco) cinéfilo que soy.


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viernes, 20 de febrero de 2009

Ordino, Andorra (II)

Día 2: Ordino
Las previsiones para el día de hoy eran malas… pero la realidad fue peor. Una capa de nieve de unos 30 cm que había caido durante la noche y que seguía cayendo al despertarnos. Acompañada, además, de una niebla densa y unas fuertes rachas de viento. Las expectativas no eran muy halagüeñas.
Desayunamos fuerte por si acaso (huevos con bacon incluido) y preguntamos las condiciones de las estaciones y los accesos. Entre lo que nos dijeron y lo que vimos en Internet, decidimos que lo mejor era esperar al día siguiente. Este era el aspecto que presentaba la furgoneta a las 9:00 de la mañana.


Añadido al estado de las carreteras y que a partir de La Massana era obligatorio el uso de cadenas, lo mejor era gastar 1,40€ en el autobús. La línea L6 une Andorra la Vella con Ordino cada 30 minutos y en hora punta se dobla la frecuencia.
Previo al viaje en autobús, visitamos un poco el pueblo de Ordino.


donde parece que la vida sigue con absoluta normalidad.


Pasamos por la oficina de información, donde conseguíamos la Guía Marrugat Andorra 2009 (y que posteriormente veríamos en venta a un precio de 9,95€), la Plaça Major, la Casa de Comú y el Museu-Casa Areny-Plandolit (que sólo vimos por fuera).


Una vez dentro del autobús, y en vista de que probablemente no podríamos bajar hasta Andorra con la furgo en toda la semana, nos llegamos hasta esta población en la parada de Avingüda Meritxell, cerca del centro comercial Pyreneés.


Buscamos una cafetería un poco maja donde echar un bocado pero no encontramos nada al gusto, así que al final entramos en el mencionado centro comercial. No pasamos mucho más tiempo ahí, simplemente un cambio de aguas, una ojeada al establecimiento de Outlet del centro y nos vamos a la calle donde cada vez nieva con más fuerza.


Se acerca el medio día y pocas tiendas quedan abiertas. Miramos en las que pillamos y damos vueltas por el centro y cerca del río, que ya es el Grand Valira (en el que han confluído un par de cientos de metros antes el Valira del Nord y el Valira d’Orient). Una estampa absolutamente navideña con un manto blanco cubriendo completamente las calles.


Buscamos un sitio no muy caro para comer, un self-service en el centro Escales nos viene perfecto a la par que nos da cobijo a la nevada que empieza a ser preocupante. El menú a 9,50€ y completito. Lo que no se nos va es la angustia porque oímos más de una vez el comentario “Pues nunca había visto nevar así” a algún que otro parroquiano.
La nota fea de la comida la pone un señor mayor que compartía una mesa al lado de la nuestra, con un mal gesto de nacionalismo irreverente hacia un camarero de nacionalidad china.
La calle… cada vez más nieve. Aproximadamente 50 centímetros.


Cogemos algo de información en la Oficina de Turismo (donde se nos trata con un poco menos de atención que al grupo de personas precedente que hablaban en perfecto catalán) y nos acercamos a la última tienda de deportes, la de Quicksilver en la Avda. Merritxell, antes de ir a por el autobús de vuelta a casa.
Nos montamos en la c/Bonaventura Armengol y puede que con muchísima buenaventura, ya que cerraban accesos y cortaban la circulación debido a las horribles condiciones de la carretera. Tanto es así que cuando nos montábamos nosotros, dos viajeros ayudaban a la conductora a poner las cadenas. Unos minutos después nos veíamos inmersos todos en una pequeña aventura a bordo de un autobús. El trayecto estaba complicado y el atravesar el túnel con las cadenas le metió el miedo en el cuerpo a más de uno y de una. Incluso llegamos a pensar que lo mejor hubiera sido subir corriendo, como ya vimos hacer a un hombre, hasta La Massana.
Con la vista puesta en la furgo, que encontrabamos así


(prometo que es el bulto bajo la capa de nieve) entramos al hotel por el sendero medianamente habilitado para el paso.


Cenita, a la hora adecuada, y ponemos Jumper en el portátil. Un poco antes nos dan una mala noticia, y es que las pistas podrían no abrir mañana para provocar avalanchas y que no exista peligro por la gran cantidad de nieve acumulada en poco tiempo.
¡Genial!


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lunes, 16 de febrero de 2009

Ordino, Andorra (I)


DÍA 1: Logroño - Ordino
Distancia: 521 km // Tiempo: 6 h // Consumo: 48 L
Combustible: 41,28€ // Peajes: 13,65€ // Total: 54,93€
Itinerario VíaMichelin
Este será el primer viaje que Eva y yo hacemos juntos fuera de las fronteras de España y con la furgo, aunque sin poder dormir en ella aún.
Pese a lo autoprometido el día anterior, no somos muy madrugadores el día de la salida. Además no tenemos las cosas preparadas, tan solo los equipos de snowboard, y esto nos toma un tiempo de unas dos horas para dejar todo listo. Lo único que se nos quedaría en tierra, y que nos dimos cuenta a la postre, fue el trípode para las cámaras de fotos, pero resultó una nimiedad sin importancia.
La ruta de ida estuvo discutida hasta el final. Consideramos subir por Pamplona y pasar, en Francia, por Orthez y Pau, pero finalemente el itinerario no tocó tierras galas. En cambio fuimos por Zaragoza, usando la AP-68 y abonando los 13,65€ pertinentes de peaje. Hicimos el descanso en un área de servicio


Ver mapa más grande
que usamos casi siempre que hacemos viajes por esta ruta.
En lo que quizá después contemplariamos como un error, continuámos nuestro camino por la A-23 hasta Huesca y por la N-240 hasta Lleida, en lugar de hacer el camino más corto entre Zaragoza y Lleida por la N-II. Pensábamos (yo pensaba) que aunque hiciesemos más kilometros la carretera sería más agradable al ser por vías rápidas.


En realidad, y pese a lo que marcase el Tomtom, la autovía Lleida-Huesca sólo se ha abierto en unos pocos kilometros por la zona de Barbastro y el resto sigue por la nacional. Por el lado bueno el paisaje con los Pirineos nevados al fondo.


Un poco más allá de Lleida, circunvalada por la Autovía del Nordeste, cambiamos de piloto en Térmens, apenas habíamos cruzado el paso a nivel con la vía del tren. Permanecemos en la C-13 hasta un poco antes de San Miguel donde cogemos la C-26 que nos lleva has ta la C-14.
Al pasar por el pantano de Oliana, sacamos unas cuantas fotos en marcha,


sin llegar a parar pero con la promesa de hacerlo en el viaje de vuelta.


Hicimos una breve visita al lugar de residencia del copríncipe episcopal, el Obispo de la Seo de Urgell (el otro jefe de estado, el copríncipe francés, es el Presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy. Tomamos un café en un lugar donde el sevicio era muy amable pero la higiene no daba la talla, en vista de los insectos que recorrían la barra.
Compramos pan para la cena en una pastelería en la cual nos atendieron en castellano, nos dieron las gracias en francés y nos despidieron en catalán. Un auténtico derroche de plurilinguismo que solo puede generarnos una cierta envidia.
Desde la Seo de Urgell hasta Andorra apenas hay 10 km y hasta la capital otros 8, transcurriendo por unos escarpados paisajes de montaña.
Nos alojamos en Ordino, en el hotel F&G La Cabana.


Ver mapa más grande
Ordino da la sensación de ciudad dormitorio, de que todo el mundo va allí solo para dormir y el resto del día lo emplean en hacer las actividades que realmente han venido a hacer a Andorra. Está constituida por poco más que hoteles y algún que otro establecimiento de servicios pero hay muy poco comercio.
Nos instalamos un poco en la habitación y nos refrescamos tras el viaje. La cena no empieza a servirse hasta las 20:00 así que decidimos bajar un poco hacia un lugar con algo más de movimiento. Como quizá sea tarde para ir a Andorra la Vella y ya tenemos pensado hacerlo el fin de semana nos quedamos en La Massana.


Visitamos algunas tiendas de deportes y nos informamos de cómo acceder a la estación de Vallnord para el día siguiente. Nuestra intención es ir a los sectores de Pal y Arinsal y parece que según la previsión lo mejor será coger el telecabina desde La Massana en lugar de intentar acceder a las pistas desde más arriba.
Nada más llegar a cenar tomamos una decisión para el día siguiente: bajar más tarde. Por querer ser madrugadores y estar a la mesa a las 20:00 puntuales nos juntamos con dos autobuses de chiquillos franceses que cenan siguiendo el horario europeo.
Para acabar la jornada nada mejor que una peli en el portátil: Red de mentiras con Leonardo di Caprio haciendo el papel de héroe.


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