El segundo fin de semana de Marzo daba por satisfecha una inquietud que tenía desde hacía mucho tiempo. La cadena formada por la sierra de Codés, la sierra de Cantabria, la de Toloño,... atrapaba mi mirada cada vez que la tenía a la vista. Y ese sábado cumplí un objetivo largamente perseguido: ascender el Joar (1.414 m).
Nos planteamos la ruta tarde y tarde llegábamos al punto de partida, con lo que no quisimos afrontar una dura prueba de resistencia sino más bien completar una ascensión atractiva y entretenida. Es por ello que decidimos salir desde el Santuario de Nuestra Señora de Codés.
Eran poco más de las 11:00 cuando dejábamos la furgo en el aparcamiento (a esas horas aún vacío) y empezábamos a poner nuestras pupilas en el objetivo que queríamos alcanzar. Las indicaciones al principio son claras (aunque varios paneles informativos aparecen completamente destrozados).
Ya desde el comienzo el camino se pone cuesta arriba amenazando con no dar ni un instante de tregua.
Durante gran parte del recorrido compartiremos los pasos con un GR y un PR, perfectamente señalizados en piedras y troncos.
Nos movemos en estos primeros cientos de metros por un bosque bastante tupido pero con un itinerario bien marcado. Avanzamos por un sendero suficientemente ancho por el que es imposible perderse.
Nosotros, sin embargo, elegimos en un momento dado desviarnos de la ruta más evidente para evitar el paso por la parte baja de la pedrera que vendría a continuación. La bifurcación está muy bien señalada por este hito.
Se trata de una senda más estrecha pero de muy corto recorrido. Enseguida se abre dejando entrever las paredes sobre las que nos encontraremos en un rato.
Empezamos a ver por donde deberemos guiar nuestros pasos...
mientras seguimos en un continuo ascenso cada vez más pronunciado.
Al poco tiempo nos encontramos frente a la pedrera que se ve desde el comienzo de la ruta y decidimos bordearla siguiendo el camino zigzageante que sube por su derecha. Puede ser menos entretenido pero desde luego menos cansado y menos peligroso.
Durante todo el trayecto no dejamos de cruzarnos con otros senderistas que, habiendo sido más madrugadores, hacen ya el camino de vuelta desde la cima.
Al llegar al collado entre La Plana y la Peña de los Cencerros, a una cota de unos 1.200 m, la nieve aparece ante nosotros en pequeños reductos.
Aunque la ruta transcurre en este punto por una pradera, el esfuerzo para seguir adelante sigue siendo importante. Ahora que ya nos hemos separado del GR en busca de la cima del Joar, cobra especial importancia seguir los hitos.
Nuevamente vuelve a cambiar el paisaje, siendo el que sigue quizá el más bonito y llamativo de todo el recorrido. Nos internamos en un bosque con suelo alfombrado de hojas anaranjadas y con corronchos de nieve bastante reciente.
En ciertos tramos la acumulación de nieve es bastante grande y tenemos que ir pisándola sin remedio.
Y casi sin darnos cuenta, al no tener referencia sobre la altitud a la que nos movemos, culminamos la ascensión al Joar al alcanzar su reconocido repetidor. Para dejar testimonio nos acercamos al vértice geodésico que marca el punto alto del monte.
Nos movimos por la meseta cimera disfrutando del paisaje y acercándonos a los elementos que allí se levantan: la cruz...
y el buzón.
Hacemos un descanso para comer contemplando el que podría haber sido un entretenido camino de bajada pero que dejamos para otra ocasión con más tiempo. Observamos con atención desde nuestro balcón las Dos Hermanas y el valle de los Penitentes.
Como nos damos cuenta de que no podemos quedarnos allí para siempre, nos ponemos en marcha cuesta abajo al cabo de 20 minutos. Pero en esta ocasión bajaremos por la cara Sur de la "arista" y por ésta misma.
Y con mayores o menores problemas acabamos volviendo a la zona de bosque pero ya en su parte más baja (y menos pesada para las piernas), teniendo de nuevo mucho cuidado en no dar un mal paso con la nieve.
Poco a poco deshacemos lo andado y vamos pasando por los mismos puntos que en la subida. Primero los prados que nos conducen hacia el collado,
... pasando frente a la Peña de los Cencerros,
... y superando la parte más empinada del descenso antes de volver a los senderos marcados y fáciles del comienzo de la ruta.
A la llegada por fin al Santuario de Codés, decidimos echarnos una bien merecida cerveza sentados en la terraza después de haber hecho nuestros estiramientos... acompañadas de algo dulce, que también nos lo hemos ganado.
Te puede interesar:
Información sobre el Santuario de Nuestra Señora de Codés = link a la Turismo de Navarra.
¿Dónde comer? = En el propio santuario hay una hospedería.
¿Dónde dormir? = En el propio santuario hay una hospedería. Allí mismo hay un parking muy tranquilo y bastante nivelado, para dormir en la furgo o autocaravana.
DATOS DE LA RUTA
Distancia recorrida = 4,5 kilómetros.
Desnivel acumulado= 625 m.
Tiempo invertido = 2:45 (tiempo total).
Material = Ninguno (bastones recomendables).
Dificultad = Moderada, pendientes elevadas y pedreras.
Track GPS = No disponible.
Nos planteamos la ruta tarde y tarde llegábamos al punto de partida, con lo que no quisimos afrontar una dura prueba de resistencia sino más bien completar una ascensión atractiva y entretenida. Es por ello que decidimos salir desde el Santuario de Nuestra Señora de Codés.
Eran poco más de las 11:00 cuando dejábamos la furgo en el aparcamiento (a esas horas aún vacío) y empezábamos a poner nuestras pupilas en el objetivo que queríamos alcanzar. Las indicaciones al principio son claras (aunque varios paneles informativos aparecen completamente destrozados).
Ya desde el comienzo el camino se pone cuesta arriba amenazando con no dar ni un instante de tregua.
Durante gran parte del recorrido compartiremos los pasos con un GR y un PR, perfectamente señalizados en piedras y troncos.
Nos movemos en estos primeros cientos de metros por un bosque bastante tupido pero con un itinerario bien marcado. Avanzamos por un sendero suficientemente ancho por el que es imposible perderse.
Nosotros, sin embargo, elegimos en un momento dado desviarnos de la ruta más evidente para evitar el paso por la parte baja de la pedrera que vendría a continuación. La bifurcación está muy bien señalada por este hito.
Se trata de una senda más estrecha pero de muy corto recorrido. Enseguida se abre dejando entrever las paredes sobre las que nos encontraremos en un rato.
Empezamos a ver por donde deberemos guiar nuestros pasos...
mientras seguimos en un continuo ascenso cada vez más pronunciado.
Al poco tiempo nos encontramos frente a la pedrera que se ve desde el comienzo de la ruta y decidimos bordearla siguiendo el camino zigzageante que sube por su derecha. Puede ser menos entretenido pero desde luego menos cansado y menos peligroso.
Durante todo el trayecto no dejamos de cruzarnos con otros senderistas que, habiendo sido más madrugadores, hacen ya el camino de vuelta desde la cima.
Al llegar al collado entre La Plana y la Peña de los Cencerros, a una cota de unos 1.200 m, la nieve aparece ante nosotros en pequeños reductos.
Aunque la ruta transcurre en este punto por una pradera, el esfuerzo para seguir adelante sigue siendo importante. Ahora que ya nos hemos separado del GR en busca de la cima del Joar, cobra especial importancia seguir los hitos.
Nuevamente vuelve a cambiar el paisaje, siendo el que sigue quizá el más bonito y llamativo de todo el recorrido. Nos internamos en un bosque con suelo alfombrado de hojas anaranjadas y con corronchos de nieve bastante reciente.
En ciertos tramos la acumulación de nieve es bastante grande y tenemos que ir pisándola sin remedio.
Y casi sin darnos cuenta, al no tener referencia sobre la altitud a la que nos movemos, culminamos la ascensión al Joar al alcanzar su reconocido repetidor. Para dejar testimonio nos acercamos al vértice geodésico que marca el punto alto del monte.
Nos movimos por la meseta cimera disfrutando del paisaje y acercándonos a los elementos que allí se levantan: la cruz...
y el buzón.
Hacemos un descanso para comer contemplando el que podría haber sido un entretenido camino de bajada pero que dejamos para otra ocasión con más tiempo. Observamos con atención desde nuestro balcón las Dos Hermanas y el valle de los Penitentes.
Como nos damos cuenta de que no podemos quedarnos allí para siempre, nos ponemos en marcha cuesta abajo al cabo de 20 minutos. Pero en esta ocasión bajaremos por la cara Sur de la "arista" y por ésta misma.
Y con mayores o menores problemas acabamos volviendo a la zona de bosque pero ya en su parte más baja (y menos pesada para las piernas), teniendo de nuevo mucho cuidado en no dar un mal paso con la nieve.
Poco a poco deshacemos lo andado y vamos pasando por los mismos puntos que en la subida. Primero los prados que nos conducen hacia el collado,
... pasando frente a la Peña de los Cencerros,
... y superando la parte más empinada del descenso antes de volver a los senderos marcados y fáciles del comienzo de la ruta.
A la llegada por fin al Santuario de Codés, decidimos echarnos una bien merecida cerveza sentados en la terraza después de haber hecho nuestros estiramientos... acompañadas de algo dulce, que también nos lo hemos ganado.
Te puede interesar:
Información sobre el Santuario de Nuestra Señora de Codés = link a la Turismo de Navarra.
¿Dónde comer? = En el propio santuario hay una hospedería.
¿Dónde dormir? = En el propio santuario hay una hospedería. Allí mismo hay un parking muy tranquilo y bastante nivelado, para dormir en la furgo o autocaravana.
DATOS DE LA RUTA
Distancia recorrida = 4,5 kilómetros.
Desnivel acumulado= 625 m.
Tiempo invertido = 2:45 (tiempo total).
Material = Ninguno (bastones recomendables).
Dificultad = Moderada, pendientes elevadas y pedreras.
Track GPS = No disponible.