A principios del otoño pasado nos acercamos a conocer una parte de la geografía riojana que no puede verse habitualmente, el pueblo de Mansilla de la Sierra, pero el antiguo. Obligado a ser cubierto por las aguas del río Najerilla (además del Gatón y el Cambrones) en 1960 para que el generalísimo pudiese anotar otro pantano en su excelsa lista, vuelve a la superficie cuando la temporada estival es suficientemente seca.
HISTORIA DE MANSILLA
Mansilla, cuyo nombre proviene de Mensa, meseta de la sierra, fue ya un asentamiento romano que se basaba en la minería. Esta actividad se continuó desarrollando hasta el siglo XIX, contando con explotaciones de cobre, plomo y plata.
Antes de la creación de la provincia de Logroño, en 1833, Mansilla perteneció a la de Soria como villa eximida.
La idea de la creación de la presa para abastecer a los pueblos de la zona de riego y electricidad pertenece al gobierno de la República, que tenía como segunda opción su ejecución en la confluencia con el río Urbión, para no inundar el pueblo.
Sin embargo, Franco consideró esta variante como demasiado cara, y todo el pueblo, tras las duras protestas de sus vecinos, se vio arrasado por las aguas el Domingo de Ramos del año 1960.
En la actualidad, ya sólo quedan viviendo en Mansilla, en el nuevo pueblo, unas 65 personas, en comparación con las hasta 800 que llegaron a poblar la villa en la decada de los 50. La economía se basa casi únicamente en la ganadería y la agricultura.
Gracias al seco verano que tuvimos el 2011, los edificios del viejo Mansilla y hasta sus calles, emergieron de las aguas embalsadas permitiéndonos pasear por ellas evocando los recuerdos de las historias allí ocurridas.
HISTORIA DE MANSILLA
Mansilla, cuyo nombre proviene de Mensa, meseta de la sierra, fue ya un asentamiento romano que se basaba en la minería. Esta actividad se continuó desarrollando hasta el siglo XIX, contando con explotaciones de cobre, plomo y plata.
Antes de la creación de la provincia de Logroño, en 1833, Mansilla perteneció a la de Soria como villa eximida.
La idea de la creación de la presa para abastecer a los pueblos de la zona de riego y electricidad pertenece al gobierno de la República, que tenía como segunda opción su ejecución en la confluencia con el río Urbión, para no inundar el pueblo.
Sin embargo, Franco consideró esta variante como demasiado cara, y todo el pueblo, tras las duras protestas de sus vecinos, se vio arrasado por las aguas el Domingo de Ramos del año 1960.
En la actualidad, ya sólo quedan viviendo en Mansilla, en el nuevo pueblo, unas 65 personas, en comparación con las hasta 800 que llegaron a poblar la villa en la decada de los 50. La economía se basa casi únicamente en la ganadería y la agricultura.
Gracias al seco verano que tuvimos el 2011, los edificios del viejo Mansilla y hasta sus calles, emergieron de las aguas embalsadas permitiéndonos pasear por ellas evocando los recuerdos de las historias allí ocurridas.
Hace un par de años pasé por ahí pero lo vimos desde el bus. Impresiona!!!!
ResponderEliminarUna historia trágica que se remite en tantos pueblos...Muy buenas fotos.Saludos montañeros.
ResponderEliminarimpresionante la conservacion de los arcos de los puentes y de algunos edificios. muy buenas fotos.
ResponderEliminarGracias, GR10MADRID.
ResponderEliminarLa verdad es que para haber pasado 50 años desde que el agua lo cubrió todo, los edificios están en un estado bastante bueno... al menos unos pocos.
Nos leemos.